Una empresa formoseña ofrece a sus clientes la posibilidad de dejar grabados en videos mensajes, individuales o grupales, para que sean emitidos en el momento del velatorio. Una propuesta que combina sentimiento y tecnología. Ideal para dar a conocer el destino de la herencia.
La idea es que no quede nada por decir. Y de que efectivamente haya un último adiós. Con ese espíritu, una empresa brinda un nuevo servicio que busca transformar el normal clima lúgubre y silencioso de los velorios a través de una producción multimedia en la que el fallecido puede hacerse escuchar por última vez y decirle lo que que quiera a quien quiera.
Se trata de miutimoadios.com.ar, desde donde se proponen combinar sentimiento y tecnología para “brindar la oportunidad de grabar en un video todo lo que quiere decir cuando llegue el momento final de su existencia”. Otra de las posibilidades es la realización de una producción audiovisual en donde se detallen cuestiones particulares de la vida del difunto, a modo de recuerdo.
La empresa, dice en la página de internet, se encarga de montar en la sala velatoría “un sistema de pantalla sensible al tacto que asegura la identidad de receptor del mensaje” de manera garantizar que quien escuche el mensaje sea quien la persona fallecido quiso que así sea.
La idea es que si el mensaje es para que lo escuchen todos los presentes se pueda ver en “plasmas o pantallas gigantes ubicadas en la sala previamente” y si hay un destinatario particular montar un lugar más reservado.
¿Cómo se resuelve la cuestión? “Se firma un contrato de confidencialidad y la información podrá ser conservada por el contratante o en boxes portátiles individuales para cuya apertura se necesitará la huella digital de un apoderado previamente asignado y del contratante. El contrato se renovará en forma mensual”, explica la página de internet.
La empresa sostiene que el costo mínimo de producción del video es de 400 pesos y que el almacenamiento de la información tendrá costos diferentes de acuerdo al sistema adoptado. Otro costo es la preparación de la sala velatoria “con un sistema básico que incluye dos plasmas, sonido y un sistema de emisión del mensaje en forma general” que es de 800 pesos.
También figuran “opcionales” como “pantalla sensible al tacto, sistema de individualización del receptor y otro formatos de proyección”.
