Con una población de más de 10.000 habitantes, el Hospital Distrital de Alberdi no tiene cardiólogos ni traumatólogos, tampoco se puede practicar cesáreas. El único quirófano no está habilitado.
El artículo del diario Última Hora relata el abandono de los vecinos de Alberdi.
Un dato que no se puede pasar por alto son los beneficios que reciben las embarazadas al otro lado del río: «Allá se paga a las embarazadas unos 500 pesos, además les dan víveres desde la primera gestación hasta el parto, por eso la gente se va mucho a Formosa», explica Walter Troche, jefe de Recursos Humanos del Hospital Distrital.
ESTADO AUSENTE. El Gobierno nunca se preocupó, por eso los chicos son argentinos, opina un funcionario público que prefiere guardar el anonimato. «Tenemos un hospital grande, pero solo sirve para primeros auxilios, no hay terapia, entonces, uno opta por lo que tiene a mano», agrega.
Según el funcionario, los alberdeños están huérfanos del Gobierno paraguayo, y por otro lado el Gobierno argentino ofrece salarios universales, pensiones por enfermedad, salario a embarazadas, subsidio a los niños, beneficios que en el Paraguay no existen.
VOTO PARAGUAYO. Hace unas semanas una investigación periodística en la Argentina denunció que 20.000 paraguayos habrían cruzado la frontera para votar en Formosa, en las PASO (Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias). ¿Paraguayos con doble nacionalidad? ¿Una suerte de realpolitik de los más necesitados?
Y es que mientras los políticos, a ambos lados del río Paraguay, negocian y cuentan votos, esas personas que para ellos solo representan votos, deben buscar soluciones a la pierna rota, y al embarazo de alto riesgo.
