Opina: Mirko Garrido. En los últimos tiempos quienes tienen que administrar las ciudades y pueblos de nuestra provincia, y en especial los justicialistas, se ven enredados o son convidados de piedra con cuestiones que nada tiene que ver con sus gestiones, que traen como aparejados graves inconvenientes políticos en sus reductos, más aún y teniendo en cuenta que esta en proceso las elecciones donde prácticamente la totalidad de los jefes comunales van por sus reelecciones.
A este panonarama debe agregarse las incorporaciones al oficialismo de «extra partidarios». Varios de ellos van a competir «en forma directa en contra de nuestros propios intereses» manifiestan en voz baja quienes administran las ciudades del interior.
Además, se puede observar el tibio apoyo que reciben los intendentes cuando son atacados mediáticamente. A la vista está, el propio intendente De Vido es golpeado constantemente y estamos hablando de una de las gestiones mas importante en la historia de la ciudad y ni hablemos del intendente de El Colorado, Mario Brignole; es decir las mejores gestiones del PJ son endemoniados por propios y extraños.
«Cuando afeitan la cabeza de tu vecino, pon tu barba en remojo» dice el refrán. Esto significa que dentro de la propia revolución deben repensar en una estrategia a seguir, si no se quiere pasar al olvido político, como ocurrió con muchos cuadros que hoy están mirando desde afuera.
El gobernador Gildo Insfrán ya tuvo que suspender un acto en Ingeniero Juárez, por las diferencias existentes por los gildistas puros y los extrapartidarios.
Días atrás, en Palo Santo, en un acto que albergo a unas 3000 mil personas se pudo ver a las máximas autoridades del peronismo del departamento Pirané, dejando un claro mensaje y marcando la cancha.
Los dirigentes del PJ no va a ceder fácilmente a muchos años de luchas por cuestiones que hasta ahora no están claras desde un sector de la conducción, cuando reina la incertidumbre y las ovejas ven que el pastor acaricia al lobo.
Se sabe que nada bueno puede pasar, teniendo en cuenta que en muchas elecciones fueron los intendentes quienes «salvaron las papas» para que no se quemen. Indudablemente que falta todavía falta un tiempo donde seguramente el gran conductor del peronismo invencible, va a poner la casa en orden y en esa espera están los intendentes.
