Más 30 autos, personal de Criminalística de la Policía, funcionarios de la Defensoría del Pueblo, dos escribanos y decenas de automovilistas indignados discutían a los gritos con el propietario de una estación de servicio de la avenida Kirchner, a quién acusaban por la venta de combustible adulterado. Aguardaban la presencia de técnicos del INTI.
El dueño de un auto «que tiene 20 años» también «se quedó a pesar de que le cargo cualquier cosa y anda» se quejaba con cierta ironía el conductor.
DIARIO EXPRES
El matutino de la avenida Italia señala en su edición online (ver) que «uno de los denunciantes dijo que momentos después de haber cargado combustible su automóvil se detuvo automáticamente.
Asimismo señaló que personal de la empresa se negó a entregarles el libro de quejas por lo que erradicaron la denuncia a la policía.
Efectivos policiales se presentaron en el lugar impidiendo que se expenda combustible».
