Este lunes 3 de abril, personal de la subsecretaría del Consumidor y Usuario y del Instituto PAIPPA trabajaron en la tarea de cargar en camiones térmicos los chivitos del oeste provincial que se comercializarán en el marco de una canasta de productos para Semana Santa, acordada entre el Gobierno provincial y empresarios locales del rubro de alimentos.
También, los técnicos del SENASA fiscalizaron y monitorearon estas acciones para así garantizar la seguridad y todas las normas relacionadas a la faena de los animales en terreno.
En ese contexto, brindó detalles al respecto el titular de Defensa al Consumidor y Usuario, el arquitecto Edgar Pérez. “En primera instancia, en la localidad de El Chorro se cargaron los chivitos en los camiones térmicos. Esto involucra a diez comunidades próximas a esa comunidad del oeste provincial, con la participación de 18 productores paipperos”, indicó.
Y agregó que de ellos “dos son originarios y hacen su aporte a este esquema de comercialización”, especificando al mismo tiempo que en dicha localidad, se trató de aproximadamente los 100 ejemplares.
Luego de ello, continuó diciendo que el operativo se trasladó hasta la comunidad de Teniente Fraga, “donde allí hay tres productores; para terminar en Ingeniero Juárez”.
De esa manera, “allí se completaría un total de 35 productores paipperos, que aportan a este esfuerzo compartido con el Gobierno para que el chivito formoseño llegue a la ciudad capital” para su venta al consumidor a 950 pesos el kilo en los cuatro centros fijos del Programa Soberanía Alimentaria Formoseña (SAF) en la capital, el día miércoles 5 desde las 7.30 horas.
La venta también se dará en las ferias que organiza el Instituto PAIPPA, en la edición especial de Semana Santa.
Mientras que, en los locales de la red de carnicerías Los Nenecos, se hará lo propio del 3 al 9 de abril.
Sobre el valor del chivito, el funcionario enfatizó que “es sumamente accesible, ya que según los valores relevados en los comercios locales rondan entre los 1500 y 1700 pesos el kilo”.
“Así –realzó-, el Modelo Formoseño permite hacer realidad que nuestros productores paipperos, vivan donde vivan, puedan vender sus productos y también la comunidad pueda comprarlos, evitándose ‘los vivos de siempre’ que le pagan un mal precio al productor o incluso lo llevan a comercializar afuera de la provincia”.
En cambio, con esta política pública, “queda acá en Formosa un producto netamente formoseño”, resumió al finalizar la entrevista.
