Milei veta ley reclamada por las provincias en línea con su modelo de ajuste y crece el descontento

El presidente argentino Javier Milei vetó una ley que contemplaba un reparto de fondos estatales a las provincias reafirmando la política de ajuste de su gobierno, al tiempo que el descontento social se incrementaba el viernes con protestas de distintos sectores que se sienten afectados por el actual modelo de austeridad.

El veto a la norma que obligaba al gobierno a repartir de forma automática a las provincias los fondos no transferidos —publicado el viernes en el boletín oficial— se suma al reciente rechazo del presidente neoliberal a una ley que contemplaba un piso de financiamiento para las universidades públicas y mejores salarios para los docentes y otra norma con objetivos similares para hospitales pediátricos del país.

Milei tomó la decisión pese a la convocatoria al diálogo con gobernadores afines y contrarios que anunció días atrás en un intento por retomar la iniciativa política tras la dura derrota que sufrió su partido ante el peronismo —mayor fuerza opositora a nivel nacional— en las elecciones legislativas del domingo en la provincia de Buenos Aires, el principal distrito electoral.

La elección bonaerense provocó un tembladeral en los mercados financieros cuyas secuelas aún se sentían el viernes, por el temor de que las posibilidades electorales del peronismo crezcan de cara a las elecciones para la renovación del Congreso nacional del 26 de octubre, lo que condujo a Milei a ratificar su programa de ajuste económico con el que ha logrado desacelerar la inflación.

En el último día de la semana, la cotización del dólar —en el que se refugian los argentinos en tiempos de turbulencia— escaló en promedio 1,7% a 1465 pesos por unidad y quedó a tiro del techo de la banda cambiaria impuesto por el gobierno cuando levantó parcialmente en abril las restricciones para las operaciones con divisas.

De persistir la tendencia alcista podría repercutir en los precios con alzas de bienes y servicios y acelerar la inflación.

Bonos y acciones argentinas en Wall Street registraban caídas promedio de 6% mientras que el índice Merval, donde cotizan las principales empresas locales, retrocedía más de 3%.

Pese al veto presidencial a la ley impulsada por los gobernadores, el Congreso puede insistir con la misma, tal como ocurrió en agosto con la que incrementaba las prestaciones para los discapacitados, que había sido rechazada por Milei con el argumento de que desequilibraba las cuentas públicas. A tal fin, los bloques opositores de la Cámara de Diputados convocaron a sesión el próximo miércoles.

La oposición, con el apoyo de gobernadores críticos a Milei, se apresta además a revertir el freno del mandatario a las leyes de financiamiento universitario y de emergencia pediátrica. Esta última está dirigida en particular al Hospital Garrahan, el principal nosocomio para niños del país, cuyos trabajadores han denunciado la percepción de salarios paupérrimos y la falta de presupuesto para garantizar su funcionamiento.

Varios gobernadores aliados han advertido que van a procurar que la ley que les garantiza fondos estatales siga en pie. “Vamos a trabajar para sostenerla y hacer caer el veto”, dijo Carlos Sadir, mandatario de Jujuy, en el norte argentino.

Martín Llaryora, gobernador de Córdoba, —en el centro geográfico— respaldó por su lado la educación y salud públicas: “¿Quién puede creer que el financiamiento del Garrahan pone en riesgo el equilibrio financiero? No nos vamos a mover de la huella. Nuestros legisladores acompañarán ese financiamiento”.

Los vetos a las normas han incrementado el malestar contra el mandatario, cuya imagen viene sufriendo un progresivo desgaste.

Los sectores de la salud y la educación pública se manifestaban en Buenos Aires en reclamo de normas que consideran esenciales para el funcionamiento de hospitales y universidades.

Los trabajadores del Hospital Garrahan iniciaron una huelga a primera hora del viernes que se prolongará hasta el domingo, mientras el personal de la Universidad de Buenos Aires, la casa de estudios pública más importante del país, también paralizó sus actividades.

El gobierno sufre los peores niveles de aprobación desde el comienzo del mandato de Milei en diciembre de 2023. Un 57% lo evalúa negativamente (dos puntos más que en julio) y un 42% lo evalúa positivamente (un punto menos), según un sondeo de la consultora D’Alessio IROL/Berensztein realizado a fines de agosto. La empresa no informó el margen de error de la encuesta.

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