Un estudiante de Comunicación Social de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), en Corrientes, sufrió una muerte insólita.

Ocurrió el sábado a la madrugada, cuando el joven, hijo de un jefe de la Gendarmería Nacional, ingresó a una pequeña estación de bombeo ubicada en el parque Camba Cuá, para orinar, y cayó en un foso, donde lo hallaron ahogado un rato más tarde.

La víctima fue identificada como Juan Pablo Ramos (21), quien era de Clorinda, en la provincia de Formosa, y había concurrido al paseo junto a dos amigos, que fueron los que advirtieron a la Policía sobre su desaparición.

El jefe de la Policía de Corrientes, el comisario general Miguel Ángel Leguizamón, detalló que todo comenzó pasadas las 2.30 del sábado, cuando Ramos se dirigió hacia la casilla que funciona como una estación de bombeo que impulsa líquidos cloacales pero también como aliviador cuando se producen intensas precipitaciones que inundan el parque.

 

El joven, que cursaba el tercer año de la carrera, había llegado al paseo junto a una pareja de amigos. En un momento, el estudiante se alejó con intenciones de ir «al baño», pero como no volvía, sus amigos se acercaron a la casilla a mirar y, como no lo vieron, fueron al casino para ver si había tomado otro rumbo.

«Al no encontrarlo, fueron a la comisaría primera, donde hicieron la denuncia”, sostuvo Leguizamón.

Para intentar establecer la suerte corrida por el formoseño, la Policía recurrió a las cámaras del sistema de video vigilancia 911 y del casino que está en las inmediaciones.

“Una de las cámaras del casino que enfoca a la casilla lo muestra a las 2.38, cuando ingresa y no sale más”, agregó el jefe de la Policía.

Sus amigos no demoraron en salir en su búsqueda. “Pasados unos cinco minutos, la pareja que estaba con él se acercó hasta la casilla para ver, porque le resultaba extraña su ausencia, y al advertir que no estaba ahí, acudió al casino, pero tampoco lo hallaron”.

Leguizamón agregó que en la casilla “hay una especie de pileta, de más o menos 1,60 metros de diámetro y unos dos metros de profundidad, que está cargada con agua servida».

Los investigadores creen que el lugar estaba sin candado o llave, ya que a Ramos no le costó ingresar.

La Policía solicitó la colaboración de Bomberos Voluntarios, que en la mañana del sábado rescataron el cuerpo en la pileta.

Unas horas antes, el joven había participado de un documental sobre la historia del rock en Corrientes. Era hijo del comandante de Gendarmería Marcelo Ramos (50), fanático de River como su papá.

Darío Román, jefe de Trabajos Prácticos de Teoría y Técnica del Periodismo Audiovisual II, no ocultó su tristeza por la muerte del joven. “Hoy es un día muy triste para todos. La última vez que vi a Juan Pablo, estaba feliz, recibiendo aplausos bien merecidos por su esfuerzo”, sostuvo.

La Facultad de Humanidades emitió un comunicado expresando su pesar por la pérdida. “En estos momentos difíciles, la comunidad educativa de la UNNE se une en solidaridad y reconocimiento a un joven que dejó una huella imborrable a través de su talento y pasión por la comunicación”, dijeron.

«Recordaremos siempre su dedicación y los sueños que lo inspiraban, cualidades que lo hicieron muy querido por sus compañeros y docentes«, agregaron.

FUENTE: Clarín