Las tres mujeres acusadas de haber matado a un hombre de 65 años en el barrio Simón Bolívar, comenzaron a declarar esta mañana ante el juez que investiga el caso, el doctor Guillermo Omar Caballero.
Según dijeron los vecinos de la zona a la Policía, el lunes 18 en horas de la madrugada tres mujeres entraron a una casa ubicada en la manzana 27, donde vivía la víctima, identificada posteriormente como Amado Cáceres.
Ese mismo día, pero en horas de la tarde, los mismos vecinos entraron a la vivienda, preocupados porque no habían visto en todo el día a su propietario. Al hacerlo se toparon con una macabra escena: Amado Cáceres estaba sin vida, tirado en el suelo al costado de su cama y con visibles heridas en su cabeza, que evidenciaron lo que luego terminó confirmando el forense que hizo la autopsia, según el cual el hombre fue asesinado tras recibir sucesivos golpes en el cráneo.
Desesperados y sin salir del asombro y el estupor, enseguida llamaron a la Policía y minutos antes de las 19 llegaron al lugar efectivos de la Comisaría Quinta, la dependencia más cercana de la zona.
Testigos de los momentos previos al homicidio contaron a los policías que esa madrugada vieron entrar a la casa a tres mujeres, indicando que las mismas eran vecinas del barrio. También dieron las descripciones y fisonomía de las sospechosas.
Los policías se pusieron manos a la obra y comenzaron la búsqueda de las presuntas homicidas. Así, no tardaron en interceptar a dos de ellas, que a pesar de intentar escapar al ver el móvil policial, fueron perseguidas y apresadas a los pocos metros. Faltaba detener a la tercer integrante del grupo, quien fue rápidamente identificada y buscada por todo el Circuito Cinco.
La Policía montó un amplio operativo durante toda la semana y recién hoy bien temprano lograron aprehenderla cuando caminaba por calles internas del barrio. Las tres quedaron a disposición del juez Caballero, quien ordenó imputarlas del delito de homicidio.
Continuando con la investigación del crimen, las imputadas fueron llevadas esta mañana a los tribunales de la ciudad para que comience la ronda de declaración ante el juez Caballero, a fin de que pudieran ejercer su derecho a defensa y dar a conocer su versión de los hechos.
No trascendió los términos de la declaración y si las mismas decidieron hablar ante el magistrado, toda vez que es un derecho Constitucional abstenerse de hacerlo, sin que esto implique presunción alguna en contra de quien está imputado o imputada de un delito.