Hombre sin grises: o eras su amigo o su enemigo. Siempre rebelde. Nacido en Corrientes, con muchos amigos en Chaco, desembarcó en Formosa con «doña Merce» (chaqueña) dedicandose a la radio y compra venta de oro.
Padre de Fernanda, Maxi y Exequiel, «Chino» fue apasionado del automovilismo y llevó a su familia como piloto o copiloto de la vida y en las pistas de carrera o rally.
A SU MANERA
Siempre al límite, disfrutaba de los desafíos «más locos» y se las ingeniaba para encontrar quien lo acompañe. Whisky de por medio, en las madrugadas, podía surgir «cualquier cosa». Ansioso, quería hacerlo «ya». Vivió como quiso.
En Radio Fantasía se mostraba tal cual era en la vida real. El micrófono encendido era una circunstancia.
«Qué bien que ando mi chino!!!. Una clásica respuesta a las pregunta de «cómo andás Chino?».
En los últimos tiempos, como siempre, no cuidó tanto su salud. Y los años le pasaron factura. Pero los días de internación en el Hospital Central sirvieron para que se despida de todos sus amigos y familiares. Nunca perdió el conocimiento, supo lo que decía y hacía.
HASTA SIEMPRE2
«Ya descansa» informó su hijo Maxi en el grupo de WhatsApp. Era un destino esperable.
Se fue a boxes. Pero en la pista celestial se encontrará con «El Gringo» (el mecánico), y «Claudito». Allí lo aguardarán para más aventuras.
Hasta siempre «mi chino».