Una escalofriante madrugada vivieron el viernes dos estudiantes en su departamento de alquiler cuando vieron ingresar al dormitorio al vecino que había trepado al techo y saltado al balcón del tercer piso del edificio de alquiler que comparten en el barrio Villa del Rosario.
El hombre integra el equipo de capacitación del EIB (Educación Intercultural Bilingüe) «en el oeste de Formosa». Se desconoce porqué residía en la ciudad capital.
Las adolescentes, de 17 y 13 años son de una familia del interior. La mayor se prepara para asistir al ciclo lectivo de la Unaf, «va a estudiar ingeniería». Un par de noches atrás soportaron una pesadilla.
En un departamento contiguo vive una docente, su pareja (de la misma profesión) y dos hijos. Nunca imaginaron que desde allí surgiría el horror.
SALTÓ AL BALCÓN
El maestro (que trabaja en condición de adscripto en el ministerio de la Comunidad, igual que su pareja, pertenece a la plantilla del minsterio de Educación provincial) ingresó por el balcón -luego de trepar al techo- y ya dentro del inmueble se dirigió a la habitación de las chicas. Abrió la puerta y las sorprendió durmiendo.
«Lo primero que intentó hacer R. D. M (de 39 años) es manosear a las chicas y les pedía que no griten»
En medio de gritos y desesperación lograron sacarlo de esa pieza y «cerraron la puerta de aluminio con llave. Por suerte es una abertura de calidad y buena cerradura», porque a pesar de los reiterados intentos del agresor no logró volver a ingresar.
Mientras tanto, «comenzaron a llamar al 911; varias veces. Pero no atendían». Un amiga, que vive en Buenos Aires recibió un llamado desesperado y envió ayuda.
TAMBIÉN ROBÓ
«Estuvo al menos un par de horas dentro del departamento. Se tomó todo el tiempo. Parece que estaba alcoholizado. Robó algunas cosas».
«Al rato», cuando llegó la Policía, lograron detenerlo. «Ahora está en una celda de la seccional Sexta». En tanto, a la esposa «no la encuentran por ningún lado. Tampoco atiende el celular».
Los padres de las adolescentes «muy asustados», llegaron a la ciudad capital y llevaron a sus hijas y «ya tienen abogada que los patrocina».