Con una manguera de 50 metros, pasaban combustible ilegal desde Clorinda al Paraguay

Gendarmería desbarató a una banda que usaba una manguera de 50 metros para robar combustible. Lo usaban para contrabando de nafta a través del Pilcomayo, hacia Paraguay. Hay tres detenidos.

Con una serie de allanamientos en Clorinda, Gendarmería desbarató a una banda que se dedicaba al contrabando de combustible. En los procedimientos, encontraron acoplados con tanque cisterna, bidones, puentes de madera, motores y un mecanismo insólito: una manguera de 50 metros que cruzaba el río Pilcomayo para exportar de forma ilegal la nafta a Paraguay. Hay tres detenidos.

La investigación se llevó a cabo en Clorinda y localidades cercanas de la provincia del noreste argentino. Las sospechas comenzaron cuando autos y motos cargaban grandes cantidades de combustible en estaciones de servicio de esa zona formoseña. Incluso llenaban tanques de mil litros y pequeñas cisternas.

Los vehículos se perdían luego dentro de Porteño Sur, un barrio custodiado por un muro perimetral que bloquea la vista desde el exterior.

Con el uso de drones, los investigadores descubrieron que un puente de madera conectaba la margen argentina del Pilcomayo con la orilla opuesta, en Paraguay.

Ahora, agentes del Escuadrón 15 de Gendarmería realizaron seis allanamientos simultáneos y detuvieron a tres personas.

La sorpresa mayor se la llevaron al encontrar una manguera de 50 metros que cruzaba el río y que tenía como finalidad el transporte del combustible al país vecino.

«Durante los operativos, se detectaron ventas irregulares en estaciones de servicio, contrabando de sustancias peligrosas, material inflamable además de la evasión fiscal, al efectuarse en forma precaria, pone en riesgo la seguridad pública, el medio ambiente y la seguridad vial de las personas», explicaron desde la fuerza.

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Los gendarmes destruyeron los puentes de madera que conectaban a ambos países y secuestraron una serie de elementos utilizados para la exportación de combustibles por fuera de los pasos internacionales habilitados.

Además de la manguera -adminículo con el que se concretaba el último tramo de la exportación ilegal-, se llevaron siete motores que el grupo delictivo ponía en funcionamiento para propulsar el combustible con la presión necesaria para que llegara a la orilla paraguaya.

Secuestraron cuatro acoplados tanques cisternas de metal con capacidad de 1.500 litros, cuatro tanques de plástico de 1.000 litros, seis tambores plásticos de 200 litros, 20 bidones con capacidad de 30 litros cada uno y 390 litros de combustible distribuidos en trece bidones.

También hallaron un cable de acero que la banda tendía entre los dos países.

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