Llegó la Policía y se pudrió todo

Todo venía bien hasta que la fiesta llegó a su fin. Un grupo de amigos organizó una fiesta privada en una casa. Vendieron precintos y recaudaron bien. Pero los vecinos se quejaron por los ruidos molestos a la madrugada.

Este domingo, cerca de las dos de la mañana , efectivos de la Seccional policial del barrio República Argentina -por un alerta telefónico- patrullaron la jurisdicción, y constataron que en una vivienda se escuchaba música a elevado volumen, con gritos y canticos.

Los uniformados se entrevistaron con la propietaria de la vivienda y le hicieron saber que estaban incumpliendo una norma legal y de convivencia.

La fiesta «se desarmó, nos tuvimos que ir todos. Estaba re buena» contó un asistente que pagó $ 300 para ingresar al evento.

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