El “Formobicho”, en modo peronista, analiza las elecciones

Los máximos referentes del peronismo formoseño minimizaron los resultados de las PASO en la provincia y se mostraron más preocupados por lo que pasó a nivel país donde el triunfo de la oposición fue categórico y contundente ganando en 18 de los 24 distritos que estaban en pugna.

El mensaje que bajó del quinto piso a dirigentes y punteros barriales es que no deben “alarmarse” frente a los recientes acontecimientos electorales ocurridos en la provincia, y esto es porque según ellos, nunca le fue bien al partido del extinto general en las elecciones primarias, incluso algunos se regodearon diciendo que en comparación con otras compulsas de esta misma categoría al PJ le fue bastante bien, ganando incluso en el distrito capital, algo que antes no había sucedido.

Pero con la advocación de que “no debe cundir el pánico” por estos resultados provisorios, llegó también un severo tirón de orejas por la apatía que mostraron algunos los dirigentes a la hora de salir a la calle a trabajar por los candidatos del Frente de Todos.

“Prácticamente no se trabajó, no se hizo el trabajo militante que caracteriza a nuestro Partido, no hubo logística ni despliegue”, se oyó decir de boca de uno de los ecuménicos de Casa de Gobierno durante un minicónclave post comicios convocado de urgencia, una ríspida reunión que tuvo momentos de mucha tensión, donde no faltaron los pases de facturas y reproches por el excesivo aburguesamiento que denotan muchos de los “capangas” de los diferentes distritos electorales que tiene la provincia.

En su defensa alegaron que la carrera que realmente sirve recién está por comenzar y que la bandera a cuadros se bajará el próximo 14 de noviembre.

Dos meses que prometieron serán a destajo, intensos y laboriosos, al mejor estilo peronista: marchita en la calle todos los días, tarea evangelizadora casa por casa al mejor estilo Testigos de Jehová, bolsitas con mercaderías a diestra y siniestra, juguetes y toda la parafernalia propagandística a la que ya nos tienen acostumbrados los “compañeros” y que, según ellos, rinde más frutos que el proselitismo de redes.

“El cara a cara con el vecino da más resultados que la computadora o el teléfono”, afirmaron a coro los más ortodoxos, renuentes al uso de las redes como único recurso de campaña. “Que los equipos jóvenes amigos de la tecnología se ocupen de eso y los cuadros más formados salgan a la calle con suficiente logística para visitar a los vecinos que necesitan recuperar la confianza en sus dirigentes y contar en vivo y en directo al funcionario cuáles son sus problemas y necesidades más acuciantes”.

La meta, según dijeron, es superar el 60 por ciento este 14 de noviembre, y tras este objetivo irán cueste lo que cueste en “banda y en poblado” todas las vertientes que tiene el PJ local, llámese 17 de Octubre, SUMAR, AFUS, etc. etc. etc. pero para lograr esto deberán trabajar muchísimo porque la gente ya no cree en “espejitos de colores”, y esto quedó claramente demostrado el último fin de semana. Lógicamente con la ventaja de tener el respaldo de una super-estructura muy bien organizada y aceitada de más de tres décadas y la solvencia económica que proviene de las mismísimas arcas del Estado, dilapidada como de costumbre antes de cada compulsa electoral, como quien tira papeles al aire o en clásico Pan y Circo romano.

“Ahora cambia todo porque serán los mismos candidatos a diputados provinciales o concejales de todos los distritos los que saldrán al ruedo a pelear voto a voto para poder disfrutar, o en algunos casos seguir disfrutando, de las mieles que otorgan los mullidos poltrones del edificio de la calle José María Uriburu o el de la calle San Martín. “¿Y los sublemas”? ¿Se olvidaron?, dijo otro encumbrado y viejo estratega peronista.

Es que se viene una batería de sublemas de todos los colores, sabores y aromas, un recurso que muy bien sabe utilizar el PJ formoseño para borrar del espacio político a algún candidato indeseado por el mandamás, y cuyo antecedente más reciente puede encontrarse hace dos años en Pirané, cuando un ex intendente que se cruzó de vereda y fue por su reelección terminó deshojando margaritas, víctima de esta ley cada vez más cuestionada y muy poco utilizada en el país y en el mundo.

“El peronista vota al peronista, jamás votará a un radical”, esbozó otro analista vernáculo, refiriéndose a la posibilidad de que se junten los candidatos de la oposición en una suerte de alianza electoral para sumar fuerzas y unificar votos.

La hipótesis nace de la idea de que quienes apoyaron a Gabriela Neme en las PASO son votos peronistas, en virtud de que la UCR mantuvo su histórico caudal electoral con Carbajal a la cabeza.

Por eso, creen que si se da esta posible alianza opositora los sufragios que obtuvo la concejal peronista este domingo 12 no se repetirán el próximo 14 de noviembre.

Un peronista no votará a Carbajal, eso ponele la firma”, vaticinaron desde el quinto piso, ratificando la idea de que Neme no arrastró el voto de los jóvenes ni de los independientes, sino de los peronistas disconformes con el “modelo formoseño” que enarbola como principal estandarte el gobernador Insfrán y que sus súbditos repiten como loritos, en muchos casos, sin saber lo que están diciendo.

El Formobicho (afilado, rumbo a noviembre)

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