La dura acusación que, una vez más, hizo este gobierno provincial contra el Diputado Nacional Ricardo Buryaile, le provoca heridas a la Democracia de todos los formoseños.
Esta vez el vocero fue Agustín Samaniego, Diputado y Jefe del Bloque del PJ, acusando a Buryaile de ser «irresponsable, irracional, asesino, promover el contagio del virus» e involucrar a su señora madre, que se vacunó de acuerdo con el sistema de turnos, degrada y sumerge a la política en las profundidades de la vergüenza más insólita.
Es impensado, que se pudiera llegar a estos límites, como también utilizar todos los medios del Estado para para denostar con volantes, pasacalles, programas enteros en TV oficial, obleas y comunicados de intendentes y concejales del PJ invitando a la intolerancia y violencia contra aquellos que pensamos distinto al gobierno de Gildo Insfrán.
Ningún formoseño bien nacido pudiera siquiera pensar en aquella represión violenta y desmedida que se ejerció contra jóvenes, mujeres, comerciantes, emprendedores, periodistas, trabajadores, en las marchas que quedarán en la historia del «nunca mas» esta joven provincia.
En el camino están los varados, centros de aislamiento, madres separadas de sus hijos, indígenas violentados en nuestro Oeste provincial, ciudadanos privados ilegítimamente de su libertad, solo a modo de recuerdo… jóvenes a quienes ustedes llamaron peyorativamente «libertarios», como si pensar distinto a los 18 años fuera un delito que mereciera violencia y represión. Nuestros hijos fueron reprimidos, atacados con gases y perdigones, solo por buscar un lugar donde pudieran expresarse con libertad y sin violencia.
El peronismo de Formosa está enfermo de soberbia, borracho de poder y absolutamente desorientado y perdido. No entiende el Gobierno de Insfrán cómo se convive con el que piensa distinto.
No sabe que el ejercicio del poder tiene límites, los que marcan la Constitución, leyes y tratados internacionales. Los cimientos de esta sociedad tiemblan frente a la ausencia de valores esenciales como el respeto, la verdad, el reconocimiento de los errores, el diálogo, el sentido común. Cuando se miente y se ataca con la furia con que se atacó a Buryaile y a otros opositores, quedan expuestos aristas peligrosos de autoritarismo que deben repensarse en forma urgente.
Rechazamos con firmeza tales acusaciones y reivindicamos el liderazgo de Ricardo Buryaile, porque es y será uno de los más genuinos intérpretes de nuestros comprovincianos y está llamado a ocupar un lugar en los próximos tiempos, tiempos en los que los formoseños se expresarán en las urnas para dar su veredicto. Allí veremos, con serenidad pero con firmeza, qué lugar nos encomienda el pueblo de Formosa, sin acusaciones falsas ni escenarios montados para agredir y dañar el honor de las personas indefensas.
Quedarán atrás las persecuciones a empleados públicos, docentes, periodistas, jueces y opositores, llegará el tiempo de la verdad…nosotros estaremos ahí, como siempre, luchando por la libertad y la República.
Pensando Formosa 2021…
Por Osvaldo Zárate
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