En los tumultos y encontronazos del viernes cerca de Casa de Gobierno, entre policías y manifestantes que exigían la vuelta atrás con la decisión de imponer la fase 1 en Formosa capital, un joven le entregó a otro su bicicleta, sin saber quién era.
En ese momento, esquivando balas de goma y huyendo del humo del gas lacrimógeno, la bici era como un ancla que no le permitía a Lautaro Ramos resguardarse bien, moverse, correr.
En medio del humo, gritos y desesperación por el avance de la policía sobre manifestantes, nadie preguntó nada, el que llevó la bici no sabía el nombre del dueño, y viceversa, el dueño tampoco le preguntó a su ocasional socio cuál era su nombre o número de teléfono.
Por las redes, los jóvenes se reencontraron, el dueño por un lado que buscaba su medio de movilidad y su compañero de marcha, que buscaba al dueño de la bicicleta que le confió unos momentos su bien.
Podría decirse “es sólo una bicicleta”, pero actualmente una bicicleta de ese tipo de modelo, nueva, cuesta unos 38.400 pesos en Mercado Libre, y algo más en comercios del medio.
Estos chicos a los que el Gobierno tildó de “forajidos”, demostraron que la solidaridad y la palabra valen, y muestra de ello es la historia del periplo que recorrió la bicicleta, en uno de sus viajes más bizarros y bohemios, en una siesta formoseña.
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