La imposición sanitaria para permanecer en las casas a causa de la pandemia de covid-19 tiene un lado psicofísico que impacta en las personas. Para saber en qué grado de afectación esto nos altera como ser social, más aún ante la indefinición de por cuánto tiempo puede seguir este distanciamiento social preventivo, un especialista local habla del tema.
“¿Qué produce el encierro? Nacimos para ser y estar libres. Partamos de esa base. Hay circunstancias que nos obligan a estar aislados. Serán enfermedades infectocontagiosas extremas, situaciones de baja inmunidad y vulnerabilidad clínica, enfermedades psiquiátricas moderadas a graves, patologías anergizantes e internaciones justificadas y los encierros (presos) producidas por delitos por ley, pero esto último es retributivo y de re-socialización; y esto último me avala: de socializar” cuenta Rubén Vivas, médico hebiatra formoseño.
“Todas estas circunstancias sin excepción producen alteración del psiquismo en diferentes grados y de acuerdo al aparato psíquico de cada ser humano” precisó.
¿CUALES SON ESTAS ALTERACIONES?
“Desde lo psicológico, distimia, ansiedad, angustia, labilidad emocional, sensación de abandono, soledad, ahogo, sofocación, sensación o claustrofobia propiamente dicha, sumisión, anhedonia, agotamiento, stress, ideas de muerte, intentos de suicidio, suicidio consumado, agresión y violencia para si y terceros” explica.
“Desde lo físico: toda esta signología psico-emocional se traduce en trastornos del sueño, apetito, anorexia secundaria, sedentarismo hiperglucemia (por estrés), hipertensión, alteraciones digestivas, cefaleas, mareos, taquicardia y diferentes algias” dijo.
“Esto es lo que en medicina se denomina psicosomatización. Que dista de lo que es la hipocondría. Esto es otro departamento” indicó.
“Teniendo en cuenta los aspectos físicos y psíquicos solo queda ser consciente y ayudar – rebatir y revertir la etiología siempre y cuando esté a nuestro alcance como efectores de salud” sostuvo Vivas.
¿QUE PASA EN NIÑOS Y ADOLESCENTES?
“Y hablo como pediatra y hebiatra con fundamento, argumento, autoridad y conocimiento de causa. Este grupo etáreo es el más renuente -por naturaleza- a los reposos, aislamientos, confinamientos y hechos similares” afirmó.
“Necesitan socializar, intercambiar, hablar, compartir, discutir, estar, ser … por algo impetuoso que son las ansias de crecer sanos y libres”.
“Solo deberían conocer e informarse sobre la psicoevolución del infante para con los ‘encierros’. Nadie puede soportar un encierro. Se sabe que provoca violencia. Auto y hetero agresión” precisó.
“Cualquier persona que pasa por aislamientos -justificados o no- desarrollan el llamado estrés postraumático. Es una patología que perpetúa y acentúa en algunos casos la signosintomatología preexistente. Estas son enfermedades no transmisibles. Y se llevan muchas vidas” contó.
“Es un mito que alguien se adapte a encierros: hospitales, cárceles, salones y lo peor: compartidos- monoambientes- instituciones de guardas y similares condiciones” dijo.
“Es un mito también pensar, decir y justificar que los niños y adolescentes se adapten a encierros y que lo pasan de maravillas. No se adaptan. Sólo que tienen procesos con otros tiempos” afirmó.
“Ver a un adolescente aislado por opción en libertad es una situación. Ver a un adolescente aislado por imposición y a veces sin justa causa e imposibilidad de salir es otra situación” explicó Vivas.
“No hay más crueldad que cercenar la libertad. Y hablo en general. Y hablo de la libertad respetada, responsable y dialogada. Todos pueden entender bajo el diálogo y el consenso. Todos se revelan bajo el miedo, ‘o-presión’ y hostigamiento” indicó.
“Las sociedades respiratorias mundiales aconsejan respirar aire puro!! libre de contaminantes del espacio interior compartido y aun más bajo hacinamiento” añadió.
“La respiración es una función biológica vital. Seamos responsables con nuestra salud holística y la de nuestros amores. Comparto y me quedo con este concepto: «el encierro aumenta el riesgo de un deterioro de la salud física y mental», dijo por último el médico hebiatra.
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