Vamos bien, pero estamos mal

Columna de opinión

El gobierno provincial cerró un año lleno de incertidumbre en lo económico, social y político, atado al humor de la gente que mira los pormenores de la pandemia que lentamente va cayendo en la avenida electoral.

La poca empatía que generan los funcionarios y la escasa imagen positiva que reflejan, hacen un coctel que crea mucho ruido al círculo rojo del gobierno.

Propios y extraños observan y esencialmente los peronistas, cómo un protocolo exitoso y una administración equilibrada tenga una mirada negativa de envergadura por parte de la sociedad y una paupérrima estrategia en las redes sociales, herramienta esencial para estos tiempos entre otras cuestiones de simple solución.

Los rumores de casa de gobierno indican que el propio INSFRAN se pregunta lo mismo y esto estaría influyendo en su permanente mal humor.

Las incertidumbres no solo son de Casa de Gobierno sino también la dirigencia peronista estaría poniendo la barba en remojo, porque percibe que se trabaja mucho pero el fastidio de la gente va en constante aumento y la preocupación es que en la comunicación no se dan en la tecla.

Es un secreto a voces que el funcionario que conduce el programa de televisión estatal del denominado Consejo de Atención Integral de la Emergencia Covid19 nunca fue el adecuado, creando una gran grieta y muchas críticas acentuando la caída de la imagen del gobierno y del propio INSFRAN.

Sin ningún lugar a dudas el gobierno mantuvo un equilibrio en los primeros meses con las consecuencias lógicas del accionar en el escenario, pero desde el desembarco en Clorinda fue como una eclosión el poco tacto para realizar las operaciones generaron un innecesario conflicto con la sociedad de la segunda ciudad y nunca se pudo equilibrar o componer lo sucedido en Clorinda.

El círculo rojo apuesta que si todo marcha viento en popa donde se especula que entre mayo y junio se tendría la posibilidad de la vacunación en general de todos los formoseños sería suficiente para garantizar un buen resultado de las elecciones aun en los lugares más críticos de la provincia.

Vigorizar a opositores y periodistas por parte del gobierno, todavía no se encuentra un patrón a este tipo de fenómenos en la política, quedando en la duda si sería una estrategia muy jugada o una torpeza inigualable por parte del vocero.

Nunca o por lo menos, hay que remontarse a 1994- 1995 para observar una performance de la sociedad sobre un gobierno peronista en Formosa en su aspecto critico es decir una sensación negativa creciente poniendo a prueba la consolidación o hegemonía la cual ostenta desde 1983 hasta la fecha.

La considerable caída del gobierno provincial según las encuestas realizada por la CONSULTORA LA MIRA REGIONAL ha hecho que el propio GILDO INSFRAN salga en los medios tomando acciones políticas para subsanar estos inconvenientes y si bien tal acción tuvo un impacto importante, no reflejaron el patrón o estímulos positivos como en otras oportunidades.

La cruda realidad indica que el legendario líder del peronismo tendrá que posar la mirada hacia dentro y quizás en el reto más difícil de su carrera política tendrá que prescindir de algunos históricos e incorporar peronistas que tengan afinidad con la sociedad y el mismo peronismo. Convengamos que es un poco vergonzoso ver ministros con doble cartera ministerial como si fuera que los peronistas están reducidos en capacidad como para ejercer un cargo.

La incertidumbre continúa, el futuro en esta pandemia es incierto, y al decir del dicho popular estamos bien, pero vamos mal.

Por Mirko Garrido

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