Vio pasar el féretro de su madre desde la ventana del centro de aislamiento: “no fue suicidio”

El triste relato de la hija de la mujer que perdió la vida en el incendio del mercadito. Contó en las redes sociales lo que habría ocurrido. Denunció aprietes y amenazas de un hombre.

La hija de la mujer que perdió la vida en el incendio que devastó un local del mercadito paraguayo, en la calle San Martín entre Brandsen e Irigoyen el pasado viernes 13, contó que la víctima estaba siendo hostigada por un hombre. Que éste le pedía coimas y le profería amenazas. 

Mientras esto ocurría, ella estaba en un centro de aislamiento, ya que ingresó hace poco tiempo a la provincia y estaba cumpliendo el aislamiento obligatorio de 14 días. 

Tras el siniestro, contó que no pudo ir a despedirse de su mamá, y que sólo vio pasar el cortejo fúnebre por una ventana del complejo de aislamiento. 

Mi mamá no se suicidó, mi mamá quedó encerrada por el miedo que sufría tras haber recibido hostigamiento y amenazas por parte del Sr. Ariel Casco” contó.

“Ese mismo día ella se volvió a mi casa a decirle a mi abuela que estaba muy mal y conmocionada, ya no sabía cómo reaccionar ante la amenaza y agresión verbal que sufrió por parte de este hombre al decirle que iban a clausurar su local si no abonaba un monto por una multa que carecía de validez”, afirmó.

“Este hombre se aprovechó de la vulnerabilidad de mi mamá, pedía coimas, exigía dinero que no le correspondía, pretendía que mi mamá le abonara lo que él pedía cuando él quería y así fue que mi mamá explotó en crisis” precisó.

“No por falta de dinero, no porque tenía deudas con el municipio ni con proveedores, sino porque se vio indefensa ante el descaro y la maldad de este hombre que quería hacerse de negocios a costa del sudor y sacrificio de mi madre” denunció.

POR LAS REDES

“Quien conoce a mi mamá, quien conoce a mi familia y a mi, sabe que mi mamá jamás se endeudó con alguien, que mi mamá laburaba de sol a sol, de lunes a lunes, llueva o truene, mi mamá estaba juntando el pan de todos los días, para que yo pueda estudiar, para que mi abuela pueda vivir bien, para tener un mejor bienestar, porque el trabajo era lo único que a ella la mantenía en pie y la sacaba adelante todos los días” dijo.

“Ni bien lo supe tramitamos un permiso para ingresar a la provincia, al ingresar nos llevaron a hisoparnos y mantenernos guardados hasta saber los resultados, siempre con custodia policial y respetando el protocolo establecido” sostuvo más adelante.

“No pude velarla, los que sí pudieron tuvieron que mantener el cajón cerrado. Tampoco pude acompañarla hasta su entierro, lo único que pude hacer fue mirar el auto de la cochería pasar con el cajón por la calle del centro donde me tenían en espera, me tuve que despedir de la mujer que me dio la vida de mi mamá detrás de las rejas de un portón a metros de distancia” explicó.

“El caso todavía se sigue investigando, lo que sabemos hasta ahora es que mi mamá pedía auxilio estando adentro, que el perito demuestra que el incendio fue provocado y no por ella, que los medios de comunicación son tan crueles y poco empáticos con la información que transmiten, que no tienen tacto a tal nivel de filmar y mostrar imágenes de gente llorando, sufriendo porque alguien se está muriendo. Cuánto morbo” se quejó.

Mi mamá es otra víctima más. Mucha gente quiso ayudar, yo sé perfectamente quienes y les agradezco de corazón todo lo que hicieron por mi mamá a lo largo de toda su vida” añadió.

“No me entra más dolor en el cuerpo, uno nunca está preparado para la muerte de una madre. Ariel, tanta fue tu ambición a costa de mi mamá que ahora ya no está, ya no la tengo, ya no la puedo ver nunca más. Ariel, ¿qué hubieses hecho si le pasaba esto a tu mamá o a tu esposa? Ariel, ya no tengo a mi mamá. Ariel, ¿qué tenés para decirme?” dijo por último.

 

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