Luis Federico Menéndez vive en Ibarreta y allí, en su domicilio del interior provincial, recibió días atrás una Carta Documento de su empleador, el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (Pami), donde le comunicaron que quedaba desvinculado del organismo nacional.
Pese a ser de planta permanente, y no haber cometido falta alguna que lo llevara a esta situación, Menéndez recibió la comunicación de la Gerencia de Recursos Humanos del Pami donde le comunicaron que a partir del 29 de septiembre del corriente año quedaba “formalmente” despedido.
La comunicación de despido lleva la firma del gerente de RRHH de Pami Roberto Guaresti, quien desde Buenos Aires le envió el despido a Menéndez, avisándole incluso, que se lo desvinculaba “en los términos del art. 245 de la Ley de Contratos de Trabajo”, que prevé indemnizaciones especiales cuando el despido es sin justa causa.
En la misma misiva, Pami le aclaró al ahora ex empleado, que el art. 6 del Decreto de Necesidad y Urgencia N° 761 del 23 de septiembre de 2020, “expresamente establece que la prórroga de prohibición de despidos sin causa por 60 días no será de aplicación en el ámbito del sector público nacional”.
Le aclararon aparte a Menéndez que a partir del despido comunicado “quedan revocados todos los mandatos que le hubiesen otorgado durante la vigencia de la relación laboral”.
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