«Estamos podridos que nos vengan a molestar, los vamos a matar a todos»

Así recibieron a los policías un grupo de vecinos del barrio San Francisco cuando la autoridad le solicitó que se dispersen de un domicilio. Quienes participaban "de una fiesta" agredieron "con palos y escombros"a los uniformados.

Desde la seccional Tercera, que intervino en el hecho ocurrido este domingo «cerca de las 5 de la tarde» en una vivienda ubicada en calle Parkinson y Francisco Bosch (pasaje interno) del barrio San Francisco, se informó que se realizó una causa caratulada «Hecho de Amenazas, Intimidación Pública, Atentado y Resistencia contra la Autoridad. La denuncia fue por un llamado de los vecinos que informaron la existencia de «una ruidosa fiesta familiar».

La Policía, cuando llegó al lugar, «constató la presencia de gran cantidad de personas en el primer inmueble ubicado en el pasaje sobre calle Parkinson». Cuando un oficial «le solicitó amablemente la dispersión de las personas que no residieren en el lugar» recibieron como respuesta «todo tipo de insultos, por una persona de sexo masculino que se encontraba fuera de sí».

El hombre, comenzó a incitar a las demás personas que se encontraban en el interior del inmueble. En un momento, unas 20 personas (entre ellos tres mujeres) comenzaron a «arrojar escombros que había en la calle y las veredas.

A viva voz amenazaban diciendo «Estamos podridos que nos vengan a molestar, los vamos a matar a todos».

 

Algunos uniformados, al verse superados en cantidad, se vieron obligados a retroceder -portando las escopetas- hacia la calle Francisco Bosch. Los vecinos rodearon a los policías y los agredían a golpes. En tanto, comenzaron a llegar patrulleros y hombres de refuerzo. para apoyar al personal que fue emboscado.

Cuando lograron controlar la situación, lograron detener a «un masculino, quien fue el principal incitador de todo lo ocurrido, quien opuso resistencia, por lo que fue necesario la utilización de la fuerza en la medida de la necesidad para lograr su reducción».

Paralelamente, el resto de los violentos vecinos continuaban arrojando todo tipo de escombros para lesionar al personal y poder rescatar al malviviente demorado.

En medio del caos, se escucharon varios disparos -hacia el suelo- con postas anti tumulto, mientras detenían al revoltoso de 38 años (de nombre Ariel, profesión ladrillero) que fue trasladado a la comisaría.

También quedaron imputados una mujer (Marcelina) y un hombre (Juan) del barrio 7 de Mayo.

FOTO: Ilustrativa

 

 

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