Historias de varados que hacen camino a Formosa con la esperanza de poder entrar

Desde varios puntos del país, formoseños adultos y jóvenes, hombres y mujeres, padres o hijos, vienen como pueden hacia Formosa esperando poder lograr el permiso para entrar. Sin recursos, muchos pasan penurias en la ruta, otros reciben la ayuda solidaria de gente desconocida. Cada historia es un mundo distinto, y acá te contamos algunas.

Líder Cáceres es de Clorinda y hace 13 días está en la ruta. Ahora está descansando en una casilla que le prestaron previo a continuar viaje hacia Formosa. Perdió el permiso porque no le dejaban ingresar y ahora sin medios ni recursos, vuelve a Formosa desde Corrientes capital.

“Soy Vanina Guillen y estoy varada en Buenos Aires hace 8 meses con mi pareja” empezó contando Vanina a NF.

No tenemos más trabajo ni para el alquiler y estamos emprendiendo viaje hoy para Formosa” afirmó la joven.

Vanina además está embarazada de 7 meses y afirmó que no tuvo respuesta del Gobierno de la provincia a su pedido de permiso para ingresar.

“Hola soy Raúl Domínguez y también estoy varado en Buenos Aires. Estamos por salir con otros comprovincianos hacia Formosa haciendo dedo porque los recursos se agotaron hasta este punto” contó otro varado. 

Hace 5 meses solicité el permiso y todavía no tengo respuestas” alertó.

“Hola soy Luis estoy varado en General Pico La Pampa. La semana que viene estoy emprendiendo viaje con otros cuatro formoseños que vamos a enfrentar al gobierno por una solución” apuntó el protagonista de esta otra historia.

“Hola, soy Daniel Arévalo y estoy varado en Luján, provincia de Buenos Aires. También quiero regresar a la provincia. Ya hace más de 8 meses que ando por acá y desde que empezó la cuarentena ando sin trabajo y vivo en una obra en construcción. Mi casa está en Pirané, Formosa” contó Daniel.

En el límite entre Chaco y Santa Fe hay otro grupo de ocho formoseños varados. Son siete adultos y un menor de edad. Y también vienen hacia la provincia.

Muchos logran algo de solidaridad de los habitantes de los pueblos que van cruzando, les dan cobijo y alimentos, mientras otros no tienen esa suerte y duermen en la banquina de la ruta, en el medio de la nada, sin siquiera señal de celulares.

Por otro lado, en el lado chaqueño quienes ya llegaron al límite interprovincial, se agolpan en inmediaciones del puente y la Policía del Chaco les advierte “salgan de la zona del puente”.

VIVIR EN EL AUTO

REDES SOCIALES

Las redes sociales están jugando un papel impensado. Sirvieron de nexo entre los varados de distintas provincias, e incluso, se han armado amplios grupos de la aplicación Whatsapp, donde cada uno expone su situación, unen esfuerzos y se organizan.

La comida y la comunicación es lo más valioso que hoy tienen, porque están a la deriva, en la ruta y tratan de llegar al límite provincial, pero en el fondo saben que quizás el largo viaje no sea la batalla más dura, ya que los espera en el puente General Belgrano que une Chaco con Formosa, un derrotero administrativo que implica el ansiado permiso de ingreso.

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