Nueve millones de personas recibieron los pagos del IFE de 10.000 pesos, que tendría su tercera ronda desde el 10 de agosto. La Renta Básica Universal llegaría a un tercio de esos beneficiarios, de acuerdo con un informe privado. Se pagaría junto con la AUH. Las claves de cada programa. Se estima que será de un monto aproximado al salario mínimo vital y móvil, hoy en casi 17 mil pesos.
El pago del Ingreso Familiar de Emergencia ( IFE), que el 10 de agosto tendrá su tercera ronda, será reemplazado por una Renta Básica Universal que alcanzaría a un tercio de los nueve millones de argentinos que hoy reciben el bono de 10.000 pesos.
De acuerdo a lo trascendido en declaraciones del propio Ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, el Ingreso Básico Universal o Renta Básica Universal, como podría denominarse el programa, pretende alcanzar a tres millones de personas, consignó este viernes un informe del Ieral publicado por el portal de noticias BAE Negocios.
El instituto de investigaciones económicas de la Fundación Mediterránea apuntó que el futuro ingreso universal se abonaría al estrato más débil de los que cobran el IFE y se cobraría en simultáneo con la Asignación Universal por Hijo ( AUH).
El Ieral calculó que en el primer semestre de 2020 el Estado ha destinado a programas sociales -sin considerar prestaciones previsionales- unos $292 mil millones, lo cual representa el 1,1% del Producto Bruto Interno (PBI). Este universo comprende al bono del IFE, Potenciar Trabajo, AUH, Tarjeta Alimentaria y Comedores comunitarios.
PAGOS DEL IFE, AUH Y TARJETA ALIMENTAR
De acuerdo con el documento elaborado por los investigadores del Ieral Marcelo Capello, Laura Caullo y Agustín Cugno, el bono del IFE fue la ayuda social que mayor esfuerzo fiscal significó para el Estado:
- Ingreso Familiar de Emergencia ( IFE): en sus primeras rondas de pago acumula un costo superior a $130 mil millones. De los conceptos seleccionados, el pago del bono de 10.000 pesos del IFE representó la mayor erogación en asistencia social durante la primera mitad del año.
- Programa Nacional Potenciar Trabajo unificó a los programas Hacemos Futuro y Salario Social Complementario en una única iniciativa.
- Para Tarjeta Alimentar, se dispuso un refuerzo adicional de $4.000 para hogares con un hijo de hasta 6 años de edad que recibe la AUH y de $6.000 para hogares con más de un hijo en la primera infancia. Esta iniciativa contempló además refuerzo asistencial a comedores.
-Los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo y por Embarazo, en marzo percibieron un subsidio extraordinario de $3.103 adicionales por destinatario, duplicando la prestación mensual dispuesta por estos programas.
COSTO FISCAL
En principio, el costo fiscal del paquete de ayudas como consecuencia de la pandemia del coronavirus (Covid-19), se supuso transitorio, de manera que en 2021 se volvía a una situación de ingresos fiscales similares a los de 2019 (ajustados por los aumentos de impuestos implementados por la actual administración), amplió el Ieral.
«No obstante, desde el gobierno ha comenzado a hablarse de la creación de un Ingreso Básico Universal (IBU), con carácter permanente. De avanzar en esta dirección, para su puesta en marcha es preciso determinar un monto por beneficiario adecuado con el objetivo de erradicar al menos la pobreza extrema y mejorar la distribución del ingreso», explicó el documento.
IFE VS. INGRESO BÁSICO UNIVERSAL
El Ieral calculó que el monto del pago del Ingreso o Renta Básica Universal sería de un salario mínimo, que desde octubre de 2019 es de $16.875. Significa un costo fiscal mensual de $50.600 millones, equivalente a un gasto anual del orden de 2,4% del PBI.
El universo de beneficiarios de Ingreso Básico Universal equivale a un tercio de los perceptores del IFE y en términos de transferencias en monto mensual podría reducirse en un 43%. El monto total mensual del IFE asciende a unos 88.400 millones de pesos.
«Si esta iniciativa se concreta, resultaría difícil acercarse al equilibrio fiscal primario en 2021, pues ya no se trataría de programas transitorios, sino permanentes», apuntó el Ieral.
Se pasaría de 0,44% de déficit primario en 2019, a entre 7,6% y 8,1% del PIB en 2020, y si bien se espera que el déficit baje en forma importante en 2021, una vez superados los mayores problemas de la pandemia, la creación de un nuevo programa social con erogaciones que podrían ubicarse en 2,4% del PIB, dificultaría acercarse al equilibrio o al nivel del resultado fiscal observado en 2019, concluyó el Ieral.
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