El Sauzalito, la región de Chaco que acecha al oeste formoseño

El mapa difundido hoy por el Gobierno nacional y del que incluso habló el Presidente de la Nación Alberto Fernández en su mensaje al país sobre la situación de contagio con el coronavirus, reveló cómo está Formosa en el más actualizado contexto de la pandemia. El Sauzalito y zonas aledañas del Chaco, limítrofes con poblaciones del centro oeste formoseño, están complicadas con la expansión del contagio del covid-19 y amagan con ser un problema grave en cualquier momento.

 

Ya lo avisaba a fines de abril el propio intendente de Laguna Yema, Luis Alberto Corvalán, cuando alertaba que por distintos caminos y senderos, aborígenes wichí venían a Formosa desde Chaco, para tener contacto con otras poblaciones de wichí de la zona lindante con la vecina provincia, por ser parientes. Pero poniendo en alto riesgo a la población por la posibilidad de traer a esa zona de Formosa el covid-19.

No sabemos qué hacer con las comunidades aborígenes que no respetan la ley” decía Corvalán por una radio local y que luego reprodujo NF en una amplia nota sobre el tema.

La respuesta oficial no se hizo esperar, el Gobierno de Formosa creó un destacamento policial reforzado para vigilar la zona fronteriza y evitar el ingreso descontrolado de aborígenes desde el Chaco. Sin embargo, la tarea no es fácil, ya que hay varias zonas que son como un colador, para el ingreso de personas, que muchas veces ni siquiera usan caminos, sino solo senderos en el monte, para llegar hasta Sumayén, El Silencio, El Pajarito, al sur de Laguna Yema.

En esa misma localidad, se había advertido que por los barrios de Agua Potable, barrio Magín, la zona de Matadero y también Simbolar, o Boliviana solían entrar los wichí chaqueños hasta Formosa.

No solamente Laguna Yema enfrenta este problema, sino también Los Chiriguanos, y sus colonias ubicadas al sur, más cerca del límite interprovincial con el Chaco. El riesgo es permanente y la expansión del lado chaqueño con el covid, pone luces rojas en toda la situación.

Lo cierto es que no solo la Policía, sino también los pobladores que han tomado conciencia de la situación, deben cuidar el lugar, dado que el paso de los originarios puede darse en cualquiera de las 24 horas del día, y por diversos senderos, lo que complica la contención para que no surjan contagios en suelo formoseño.

 

 

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