Olivera pidió màs responsabilidad con los bienes públicos y soluciones para los vecinos

El concejal capitalino, Fabián Olivera pidió “respeto, compromiso y seriedad” para desempeñarse en la función pública, luego de reunirse con un grupo de vecinos que lo convocaron para renovar el temor con el que viven por la presencia de prostitutas, borrachos y ladrones.

“Se trata de familias que viven sobre la calle Irigoyen, más precisamente entre Moreno y Deán Funes, donde existe un microclima social bastante perverso por graves hechos de inseguridad que genera la prostitución; esta actividad reúne a borrachos que muchas veces se agreden entre sí, y también con transeúntes, pero también el marco permite el florecimiento de los dueños de lo ajeno”, contextualizó el legislador comunal.

 

“Ahora se le sumo la presencia de varios vehículos oficiales, pertenecientes al Ministerio de la Comunidad que posee oficinas en la misma cuadra; están completamente abandonados, deteriorándose de a poco, como fortaleciendo el dramático paisaje que tiene la zona con todos estos actores sociales”, amplió.

“Me llama mucho la atención que un ministro que es médico, y viene de desempeñarse en el área de la salud pública no interprete como expone a los formoseños, con un cuadro fértil para la propagación del mosquito transmisor del dengue, contra el que todo el Gobierno provincial viene trabajando hace muchos años denodadamente”, subrayó, refiriéndose a Aníbal Gómez, hoy ministro de la Comunidad.

“Pero acá también hay un descuido muy importante por los bienes del Estado; no puede abandonarse de esta forma a vehículos que fueron adquiridos por sumas importantes, sólo por presentar algún deterioro operativo, porque estos móviles no lucen mal”, añadió.

“Muchos de los vecinos con los que hablé reconocieron la presencia policial durante la noche, pero también que después de las 23, la ausencia de los uniformados es total, y la zona queda completamente liberada”

“El gobernador debe estar atento a funcionarios tan descuidados”, pidió, tras lo cual exigió “respeto, compromiso y seriedad” para desempeñarse en la función pública, dejando de lado al funcionario de escritorio, “muy preocupado por su aspecto para salir en la televisión, pero poco o nada apegado a la realidad social, para la cual, uno cree que fue convocado”.

 

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