Lo que antes era un acontecimiento a nivel nacional, poco a poco ha ido ganando trascendencia a escala internacional. Hablamos del Gordo de Navidad, la lotería que España celebra cada 22 de Diciembre y que implica a todo un país y parte del extranjero. Reparte US$ 2.500 millones en premios y además hay muchas probabilidades de ganar premios pequeños, por lo que es muy común que la inversión en nuestro décimo sea, como mínimo, reembolsado.
Para los españoles genera muchísima expectación, algunos compran sus boletos hasta 6 meses antes y buscan reunir varios obtenidos en boleterías por todo el país. Además el anuncio televisivo siempre es uno de los más esperados por reunir celebridades o ser auténticos cortos cinematográficos.
El sorteo, de varias horas de duración, es la atracción principal del día 22 de Diciembre, sea día laborable o festivo como ha sucedido en esta última ocasión, que ha coincidido en domingo. Este año, por cierto, la numeración agraciada ha sido 26.590.
Cabe resaltar, además, que tras 207 años celebrando el Gordo de Navidad, el caprichoso azar sigue omitiendo ciertas terminaciones entre sus números premiados. Los números de dos cifras que jamás han recibido un premio gordo hasta el momento son 09, 10, 21, 25, 31, 34, 41, 42, 43, 51, 54, 59, 67, 78 y 82, lo que ha afectado en dos vertientes: la primera, la de aquellos que buscan ferozmente conseguir boletos de estas terminaciones porque “ya están a punto de salir”, y la segunda, la de aquellos que los evitan a toda costa porque ya los consideran un mal Fabio y piensan que son números condenados al fracaso. Si hablamos de la cifra final, vemos que en 32 ocasiones el premio terminó en 5, y que sin embargo, el 1 es el número con menos éxito en más de 200 años.
Siempre surgen anécdotas y curiosidades con loterías tan mediáticas. En esta ocasión, ha habido dos casos que han llamado especialmente la atención del público. De una parte, un militar que se encontraba bastante lejos de su país, concretamente de misión en la Antártida, recibió la noticia de que su boleto había sido premiado, no con un Gran Premio, pero sí con casi US$ 450.000. Su comunicado en Twitter, desde un lugar tan nevado como las tierras de Santa Claus, fue “¡Hasta aquí llega la magia de la Navidad en España! ¡Suerte a todos! @EjercitoTierra”. Una bonita y curiosa historia para recordar y contar a los nietos.
Si este militar se encontraba a miles de kilómetros de su tierra, otra de las ganadoras de un pequeño premio, en este caso de algo más de US$ 5.000, se encontraba precisamente cubriendo la noticia como reportera, en directo, en televisión, cuando descubrió que uno de los números premiados era precisamente el que ella había adquirido. Supo de inmediato que era una cantidad relativamente discreta, pero aún así, y contagiada del espíritu festivo de todos aquellos ganadores de El Gordo (un premio mucho mayor, de concretamente US$ 4,500 millones) de San Vicente del Raspeig en Alicante, se puso a celebrar dando saltos de alegría, en directo, en la televisión. Su frase fue “¡Que no es el Show de Truman, es verdad! ¡Madre mía! ¡No me lo creo!”.
Por otra parte, parece que este año han surgido suspicacias con respecto al sistema en que se introducen y extraen las bolas del bombo, ya que las cámaras revelaron un movimiento extraño desde un ángulo que las redes sociales se han encargado de vitalizar sugiriendo que parecía una trampa para adulterar el resultado final, lo que ha obligado al organismo a emitir de manera inmediata un comunicado de prensa explicando que se trata de una maniobra para evitar que algunas bolas por defecto de fabricación puedan salir disparadas al ser extraídas para descubrir su numeración.
Otra de las dudas planteadas y resueltas es cómo puede ser que a los pocos minutos de conocerse los números premiados, ya las boleterías tengan sus carteles y camisetas en que se indique “el Gordo vendido aquí”, otro enigma explicado por la administración, que comenta, ante el escepticismo, que tienen a una serie de profesionales trabajando ese día exclusivamente en crear y distribuir estos carteles y camisetas por cualquier rincón de España lo antes posible, una tarea que requiere una organización y agilidad digna de mención.