Crisis radical: Hernández le pide «compromiso» a Buryaile

ESCRIBE: Martín Hernández (diputado nacional MC)

«Entiendo que muchas veces los discursos en reuniones cerradas o chicas tienen la característica de ser menos prudentes, y van dirigidas a un núcleo de quienes comparten y piensan prácticamente lo mismo, pero cuando ese mensaje trasciende (y quizás la idea era que lo haga), produce otros efectos, más aún cuando el meollo del discurso tiene destinatarios externos, acusaciones y señalamientos con bastante mala intención.


Durante mucho tiempo también, ante cada improperio, agravio o desliz expresivo, hemos tenido como respuesta, la prudencia del silencio, entendiendo que poco aporta una discusión con indirectas internas que nadie entiende, y que resultan alejadas de los problemas actuales y reales de la sociedad. Pero ciertamente, es importante también no permitir que vayan quedando en el camino mentiras, acusaciones y relatos que si no se clarifican van solidificándose como una verdad.

Esto tiene que ver con lo que ha pasado el pasado fin de semana, y se han hecho públicas expresiones y manifestaciones del diputado nacional y presidente de la convención de la UCR, Ricardo Buryaile quien reunió a su sector para una despedida de año, y entre saludos y merecidos festejos, acusó (una vez mas) a lo que -según su particular mirada- no quieren comprometerse para ser gobierno, expresando que él sería una suerte de héroe del compromiso por haberse quedado de Ministro, con vistas a ser candidato a gobernador, compromiso que después abandonó cuando se negó a asumir la responsabilidad de serlo y buscó -tal como cuestiona- solo una banca legislativa.

Extraño llamando a construir una alternativa dividendo, insultando y acusando, tal como lo hizo durante las elecciones paso, tratándome públicamente de mafioso, acusación de la que jamás se disculpó, y obviamente menos aún presentó ninguna denuncia para justificar semejante agravio y difamación. Y aun cuando sufrí este destrato, la noche misma que perdí las elecciones con él, entendí que las relaciones se reconstruyen con gestos, y lo fui a saludar y a felicitar poniéndome a su disposición, esperando ingenuamente por supuesto, que pasadas las elecciones generales y ya electo diputado nacional, tendría alguna reacción para desandar el camino de las divisiones. Pero claramente fue una ingenuidad.

Y notificarnos hoy que se acusa a muchos de no tener un compromiso para construir una alternativa o de ponerse la camiseta, es cuanto menos una grave equivocación y una confesión de tener una memoria selectiva propia de aquellos que sí carecen de compromiso.

Solo para refrescar la debilidad de memoria de algunos, recordarle que yo lo vi a Naidenoff ser candidato a Intendente en el 2003, cuando dejaba de ser concejal y no le importaba la continuidad de una banca legislativa, fue candidato porque el partido lo necesitaba, en una coyuntura electoral sumamente difícil, y perdió, y quedó sin cargos e igual siguió militando; y lo vi también a Naidenoff ser candidato a Gobernador en el 2007, cuando había que sostener a la UCR y nadie se quería comprometer, lo vi buscar alternativas, lo vi incorporar con grandeza a extrapartidarios como el propio Buryaile a la oposición para ampliar las bases, lo vi nuevamente en el 2015 ponerse la camiseta de candidato a gobernador, y una tragedia personal lo excluyó de la carrera del 2019 sino hubiese estado allí nuevamente. Al que no lo vi nunca de candidato a gobernador fue a Buryaile.

Fue Diputado Nacional (2009-2013), reelecto diputado nacional (2013-2017), Ministro de la Nación (2015-2017), y nuevamente Diputado Nacional (2019-2023), ¿en que parte de su extensa y exitosa carrera política está la de candidato a gobernador?, la respuesta es sencilla; en lo que se refiere a ese compromiso, fue plateista en el 2011, 2015 y 2019. Para hablar de compromiso hay que tener alguna delicadeza moral.

Fácil es pararse con un micrófono en la mano y carente de compromiso acusar tan livianamente. Por supuesto que hay equivocaciones, errores y fracasos, nadie lo niega, nadie le escapa a la autocrítica, pero no aceptamos baños de compromiso de quienes solo probaron las retribuciones de los nombramientos, las luces y los cargos, pero hasta el momento no hemos visto lo que pregonan en los discursos.

En lo personal también rechazo la elíptica acusación débil, pobre y carente de fundamento, sobre la falta de compromiso para jugarnos a candidaturas más allá de las legislativas, pues no me importó el vencimiento de mi mandato, y ante la situación personal de Naidenoff y la ausencia de compromiso de Buryaile, me puse a disposición del partido para ser candidato a gobernador, y ahí también estuvieron los que huyeron de la responsabilidad de ponerse con orgullo la candidatura de gobernador, haciendo todo lo necesario para que la UCR no encabece la formula.

Quizás sea auspicioso escucharlo a Buryaile hablar de compromiso, y que privilegie ser candidato a Gobernador en el 2023, ojalá escuchemos menos discursos vacíos y una confirmación, con tiempo, sin especulaciones y tendrá mi respeto, quizás no sea mucho, pero para quienes valoramos ese compromiso, tiene un significación que va más allá de los cargos».

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