El nuevo nombre formoseño

El formoseño, cuando aprecia o conoce bien a un funcionario, deja de mencionarlo por el apellido. La cercanía hace que le lo llame por su nombre. La historia lo confirma: Floro, Vicente, Gildo, Lisbel, Cristino. Ahora, comienza a sumarse el vicegobernador elegido por Insfrán: Eber.

 

Quizás por estrategia comunicacional, al actual intendente de la capital la mayoría de los ciudadanos lo llama por su apellido: Jofré, a pesar de su estilo «campechano» y espontáneo. Aún no logra que lo llamen Jorge.

El jefe comunal capitalino basó su campaña electoral en su apellido. También lo llaman «el inge»

 

El flamante vicegobernador, es el cuarto en Formosa desde el regreso de la democracia: primero fueron Lisbel Rivira (1983-1987, acompañando a Joga), Gildo Insfrán (1987-1995, acompañando a Joga) y Floro Bogado (1995-2017, acompañando a Insfrán).

La empatía no es una cualidad que se compra, es innata. Hasta ahora, Eber no dejó de estar y mostrar cercanía con la gente. Lo hizo antes de conocerse su postulación en el congreso partidario, durante y después la campaña electoral de junio. Durante las PASO, en los comicios nacionales y, pos entrega del título de vicegobernador. Un par de días antes de asumir participó en actividades en el oeste provincial; su debilidad. Allí es dónde más se se siente cómodo.

Poco afecto a los reportajes y familiarizado con las redes sociales; también realiza trabajo militante en la Universidad Nacional de Formosa. Además posee afinidad entre los jóvenes abogados capitalinos. 

Amigo de la ahora diputada Yanina Insfrán, generan vínculos con variados sectores de la sociedad. Pronosticadores «atrevidos», de su grupo cercano, ya lo potencian como «integrante de la generación que va a heredar el poder» del gobierno peronista de Formosa.

Al actual vicegobernador también le encomendaron «ir a trabajar en la campaña electoral en Pirané. Con el objetivo de derrotar en las urnas a Juan Domingo Zaragoza». Allí, cumplió el objetivo del gobernador Insfrán.

HABRÁ QUE ACOSTUMBRARSE

El hombre de sonrisa fácil y bajo perfil gana terreno con facilidad. Acompañar a Gildo no es tarea común, pero Eber parece estar dispuesto al grato sacrificio.

De hecho, «el caminito» que fue construyendo comenzó en Corrientes allá por el 2005 «siempre bajo la conducción de Gildo», desde dónde comandó un nutrido grupo de universitarios que se nuclearon la Federación de Centros de Estudiantes con referentes de Corrientes, Córdoba, Resistencia y Rosario; como Ariel Sosa y Alejandro Sabaj.

Un par de años atrás, muchos le asignaban una posible candidatura de intendente de Laguna Blanca, pero Solís ya había cambiado su domicilio a la ciudad de Formosa.

Por cuatro años, su nombre va a invadir muchos ámbitos. Ya se notó horas atrás en la Legislatura cuando una docena de jóvenes invadieron los pasillos con aires de «renovación».

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