Todos los caminos conducen a Basterra

Los medios porteños, y fuentes extraoficiales, confirman que Luis Basterra será el próximo ministro de Agroindustria de la Nación. Ese cargo lo había ocupado Ricardo Buryaile desde el 2015 al 2017. FUENTES CERCANAS A BASTERRA NO LO DAN POR CIERTO. La respuesta tiene lógica política: la palabra final debe salir de la boca del «jefe»; en este caso el presidente que asume en pocas horas.

De las versiones mediáticas, la que más llamó la atención fue la de Clarín, que titula. «El Ministerio de Agricultura sería para un dirigente muy vinculado a Gildo Insfrán» para luego agregar que «se trata de Luis Basterra. Lo habría decidido Cristina Kirchner, quien considera al gobernador formoseño como a un aliado incondicional». A ese análisis le agrega un dato clave: «El campo pondera el sentido común del casi seguro funcionario» con declaraciones de infuyentes hombres del sector.

Aunque también deja en claro, sin confirmar el rumor periodístico que existe «expectativa y cautela por la designación de Basterra en Agricultura. Referentes de la Mesa de Enlace y de entidades técnicas valoran su actitud dialoguista y el conocimiento que tiene de la actividad rural».

 

 

Basterra juró hoy como diputado nacional, por lo tanto habría corrimiento de listas y, de confirmarse el rumor, lo remplazaría en esa banca Agustin Samaniego.

De todos modos no se descarta que Nelly Daldovo, primer suplente, pueda ser la reemplazante de Basterra.

 

DICE BAE NEGOCIOS

Fuentes cercanas a Alberto Fernández confirmaron a BAE Negocios que el diputado formoseño estará a cargo de un área sensible en el próximo gobierno.

El diputado nacional por Formosa Luis Basterra será el próximo ministro de Agroindustria de Alberto Fernández, confirmaron a BAE Negocios fuentes cercanas al presidente electo.

Basterra, que fue vicepresidente del INTA durante la administración de Cristina Fernández de Kirchner, tiene una estrecha relación con el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán.

El futuro gobierno busca con Basterra una gestión más política y dialoguista de cara a los posibles conflictos con el sector agropecuario.

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