«Es la tercera vez que veo morir a mi país»

Escribe: Jonatan Viale – @jonatanviale

Nací el 12 de Julio de 1985. Tengo 34 años y vivo en la Argentina. Es un país que queda en el sur de Sudamérica. Vivimos casi 45 millones de personas y, más o menos, cada 15 años pasa lo mismo. La economía colapsa y vivimos una crisis que nos vuelve a empobrecer todavía más. Pese a mi relativa corta edad, les cuento que ya me tocó vivir 3 crisis terminales.

Jonatan Viale

Como te decía recién, en mis 34 años de vida es la tercera vez que veo morir a mi país. Y con esa muerte, mueren las esperanzas de cambio, muere la confianza en mi moneda, muere la confianza en los gobiernos, muere la confianza en los bancos. Muere la confianza en las instituciones, muere la confianza en nosotros mismos.

¿Qué le voy a contar a mi hijo que se llama Romeo y que tiene 3 años? ¿Qué le voy a decir a de su país? ¿Le voy a tener que decir lo mismo que me dijo mi papá? ¿Le voy a tener que decir lo mismo que mi abuelo le dijo a mi papá? ¿Le voy a tener que decir que Argentina es un país sin remedio ni solución? Le voy a tener que decir la verdad… Que probamos de todas las formas posibles: con gobiernos social – demócratas, como Alfonsín; con gobiernos neoliberales, como Menem; con gobiernos estatistas como el kirchnerismo; con gobiernos supuestamente liberales, como el de Macri; y siempre terminamos igual, o peor.

La historia de Argentina es como el juego de la Oca. Nos hacen creer que avanzamos, pero al final siempre caemos en la trampa y retrocedemos 20 casilleros para volver a empezar. Argentina no existe, dejó de existir hace mucho tiempo. Piensen que la economía argentina ha pasado en recesión 22 de los últimos 57 años.

Y el absurdo se produce cuando el gobierno de los mejores técnicos, cuando el gobierno del mejor equipo de los últimos 50 años, termina devolviendo un verdadero desastre, peor del que recibió.

El kirchnerismo ya había dejado todos en problemas en diciembre de 2015. Pero Cambiemos se encargó de profundizarlo. ¿Por qué termina siendo un fracaso? Porque hicieron todo al réves de lo que prometieron. Convirtieron un mal sueño en una pesadilla. Convirtieron un incendio en un volcán en erupción.

Le quiero contar a todo aquel que nunca estuvo en la Argentina lo triste que es vivir en mi país. No sabemos lo que pasa con nuestra plata en los bancos (tenemos miedo que el gobierno de turno nos confisque los ahorros). No sabemos cuánto valen las cosas (porque todos los meses suben entre 5 y 6% más).

El Banco Central nos da una letras que rinden 85% anual para que no compremos dólares y después el gobierno te dice que no te las puede pagar. Un mismo producto puede valer $50 en un supermercado y $100 en otros que está enfrente. Tenemos miedo que el gobierno elegido democráticamente por la gente no complete su mandato. Lo normal es insultar al presidente. Y en un partido de fútbol no hay hinchada visitante porque nos matamos entre nosotros.

Muere la confianza en las instituciones, muere la confianza en nosotros mismos.

Mi país se llama Argentina y creeme que yo lo amo profundamente. No me quiero ir porque cuando me voy de vacaciones dos semanas, lo único que quiero es volver para encontrarme con mi familia, con mis amigos, con mi asado, con mi barrio, con mi dulce de leche, con mi River, con mi Boca, con mis alfajores, con mi café. Pero creeme lo que te digo, cada día que pasa confirmo que este hermoso y querido país no tiene solución. Me duele mucho, pero Argentina, mi país, ha vuelto a morir.

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