Piedras en la vesícula. ¿Qué es la vesícula y qué función cumple en el organismo?

Se trata de un órgano no vital del cuerpo humano que interviene en el sistema digestivo al almacenar y concentrar sales biliares producidas por el hígado.

 

La vesícula es un órgano con forma de pera ubicado bajo el hígado que interviene en la asimilación de alimentos en el organismo. Su función primordial es almacenar bilis, un líquido producido por el hígado para digerir las grasas. Cuando el estómago y el intestino digieren los alimentos, la vesícula biliar libera bilis a través de un tubo denominado conducto biliar común que conecta a la vesícula biliar y el hígado con el intestino delgado. Las sales biliares ayudan a la absorción de grasas y sus nutrientes para el funcionamiento del organismo.

La bilis, secretada por el hígado, alcanza la vesícula a través de los conductos hepático y cístico, hasta ser requerida por el proceso de la digestión. La secreción de la bilis por la vesícula es estimulada por la ingesta de alimentos, sobre todo cuando contiene carne o grasas; en este momento se contrae y expulsa la bilis concentrada hacia el duodeno.

Hay situaciones que retrasan u obstruyen el flujo de la bilis y provocan enfermedades de la vesícula biliar. La vesícula causa problemas si algo obstruye el flujo de bilis por los conductos biliares. Eso suele ocurrir con los cálculos biliares. Los cálculos se forman cuando hay sustancias en la bilis que se endurecen. En forma menos común se puede desarrollar cáncer en la vesícula.

La vesícula con cálculos significa la presencia de bacterias. Cuando se obstruye la salida al intestino se generan muchas bacterias y puede producir la muerte.

Afortunadamente, la vesícula biliar no es un órgano imprescindible para la vida. La bilis tiene otras vías para llegar al intestino delgado cuando no está la vesícula. Al extraerla para evitar complicaciones mayores, el mismo organismo se adapta a su ausencia y la bilis producida por el hígado logra intervenir en la absorción de las grasas ingeridas.

Las enfermedades que pueden hallarse en la vesícula tienen que ver con patologías benignas (presencia de cálculos) y malignas (presencia de pólipos o lesiones cancerosas). Pero advierte que quitar la vesícula no siempre es el procedimiento más indicado a la hora de la detección de cálculos.

Según indica la Biblioteca de Medicina de EEUU, la vesícula biliar es más conocida por los potenciales problemas que puede ocasionar; por ejemplo, los cálculos de sales biliares (piedras pequeñas) que obstruyen la vía biliar y generan patologías inflamatorias que, en algunos casos, pueden eliminarse con medicamentos, y en muchos otros deben tratarse quirúrgicamente.

A la inflamación de la vesícula biliar se le llama colecistitis y a la presencia de cálculos en dichas vías, colelitiasis. Las vías biliares, además de obstruirse, pueden ser asiento de tumores. La hipersensibilidad de la vesícula cursa con un dolor muy característico que se localiza en el punto cístico de Murphy.

Al hacer presión con los dedos sobre el lado derecho del abdomen, a unos dos o tres centímetros debajo del reborde de las costillas y al mismo tiempo inspirar profundamente, llega la persona al punto en que justo después de comenzar a tomar aire, siente un dolor agudo en el momento en que la vesícula inflamada roza con la presión causada por los dedos, obligándole a que cese la inspiración bruscamente.

Se conoce como signo de Murphy positivo; si tal reacción ocurre durante la inspección, puede ser indicio de una colecistitis.

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