Ante las bajas temperaturas de los últimos días y los pronósticos de una semana de intenso frío, el Gobierno provincial acondicionó y ya está en funcionamiento un refugio para garantizar a las personas en situación de calle: un techo seguro, cama limpia, comida caliente, elementos de aseo y ropa de abrigo. Funciona en el Lote 111 y tiene capacidad para 12 personas.
El diario La Mañana visitó el albergue, que hasta hace poco oficiaba de centro de actividades comunitarias y ahora cumplirá un papel fundamental para que nadie pase frío durmiendo en las calles. Este viernes, recibió a su primer residente, un hombre con problemas mentales que pasaba sus noches en la esquina de José María Uriburu y Moreno de esta ciudad. Costó convencerlo, pero el equipo interdisciplinario que recorrerá las calles todos los días para detectar casos, logró convencerlo.
El ministro de la Comunidad, Aníbal Gómez, acompañado de la subsecretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, María Graciela Parola y su equipo, estuvo ayer en el refugio, verificó las instalaciones y aseguró que el objetivo central es dar una rápida respuesta concreta, ofreciendo contención y atención institucional para promover la reinserción social de ciudadanos en situación de vulnerabilidad socioeconómica.
¿Cómo es el procedimiento de detección de personas durmiendo en las calles? Un móvil del Ministerio de la Comunidad recorrerá las calles del microcentro, primero, y luego determinados sectores de la ciudad para detectar posibles casos. Desde el ministerio, cuentan con datos concretos de personas que viven en las calles, las que ascienden a ocho. Se trata de un número reducido de personas sin hogar que presentan problemas mentales o de alcoholismo.
El titular de la cartera social exhortó a la comunidad a ser parte de este programa a partir de la denuncia de casos de personas en situación de calle a las líneas gratuitas 102 y 111 (de la Policía).
Una vez detectada la persona, será trasladada hasta el refugio, donde recibirá desde elementos de aseo, comida caliente y ropas de abrigo (buzo, polera, medias, campera). Tras pasar la noche en una cama caliente y bajo un techo seguro, recibirá el desayuno.
Paralelamente, se le brindará atención profesional de acuerdo a la demanda de la persona, ya sea de salud física o psíquica.
“NO EXISTEN NIÑOS VIVIENDO EN LA CALLES”
Tanto el ministro Gómez como la subsecretaria Parola fueron contundentes: “No existen niños viviendo en las calles”, sí detectaron algunas familias que los fines de semana pedían en determinados lugares, las que fueron individualizadas, se les brindó atención, ayuda laboral a través de microemprendimientos y módulos habitacionales en algunos casos.
Asimismo, los casos de ancianos sin hogar detectados en Palo Santo, El Espinillo y una abuela de 82 años en esta ciudad, fueron asistidos y se encuentran bajo la contención de un hogar para adultos mayores.
Un caso particular se da en la actualidad con cuatro familias de gitanos, provenientes de Santiago del Estero, que se encuentran transitoriamente en esta ciudad, cuyos niños no están escolarizados. El ministerio tomó intervención respetando su cultura e idiosincrasia, para garantizar la seguridad de los menores.