Desde neumonología pediátrica piden a los papás que eviten concurrir con sus hijos pequeños a lugares de gran concentración de gente y que, ante síntomas como la «respiración rápida o silbidos» consulte de inmediato al pediatra para evitar complicaciones.
Los casos, que comienzan con el frío, se adelantaron. Recomiendan a los papás no sacar a los bebés chiquitos cuando hace frío a peloteros o supermercados, donde se concentran muchas personas. Se explicó que “no hay vacuna” para prevenir el virus y que ante síntomas de alerta, como “respiración rápida o silbidos se debe consultar de inmediato al pediatra” para evitar complicaciones, sobre todo en los bebés más pequeños.
La bronquiolitis es “la enfermedad viral más frecuente. Los virus aparecen con el frío y los más afectados son los niños menores de 2 años”.
Respecto a los síntomas, el bebé “empieza con mocos, catarro, tos; le dura uno o dos días y luego empiezan síntomas de respiración rápida, dificultosa; se les hunde la piel debajo de las costillas; empiezan a tener tos seca y dificultades para tomar la teta. Esos síntomas duran entre 3, 5 y hasta 7 días. Los tres primeros días son los que determinarán si esa bronquiolitis será grave, moderada o leve”.
En ese marco, los profesionales recomiendan a los papás que “apenas aparecen los síntomas de silbidos y respiración rápida consulten al pediatra para seguir el caso de cerca”. El mismo virus en los niños más grandes les produce “un catarro, un resfriado, tos, pero no pasa a mayores. El 80% de las bronquiolitis son en menores de un año”.
En cuanto al tratamiento, «es sintomático. No hay que darle antibióticos porque no es una enfermedad bacteriana. Es el proceso que hay que esperar y darle tratamiento para los síntomas como aspirar la nariz para mantener la vía aérea superior despejada, si tiene fiebre bajarla y consultar con el pediatra porque con el Salbutamol (corticoide colocado con la aerocámara) algunos mejoran y otros no”.
Por el momento “no hay vacunas para estos virus”. Por eso es importante “evitar que se enfermen los bebés chiquitos. Hay que evitar llevarlos a lugares con mucha gente, con chicos grandes que circulan el virus. No hay que besarlos, sobre todo a menores de seis meses”.
Los especialistas comentan que la mayor parte de los chicos internados tienen en común que “los papás fuman. El humo queda en la ropa, en la piel, en el cabello; esas partículas de tabaco también se desprenden. Quedan en los objetos, en las paredes. Es importante que tomen conciencia de que los niños se enferman igual. Los exponen a enfermarse más al fumar”, aseguran.