Gildo Insfrán arrancó en la función pública con el regreso de la democracia en 1983, tenía 32 años, y continúa hasta hoy. Siempre con el filtro de la voluntad popular de las urnas que lo consagran en los cargos desde aquella histórica jornada democrática. Nunca fue designado en cargos para integrar gabinetes de gobierno.
Fue candidato en 11 oportunidades, 7 veces encabezando la lista. Nunca perdió. Expuso también su figura, sin ser candidato, en las convencionales del 2003 cuando se aprobó la reelección indefinida.
Fue 4 años diputado provincial, 8 años vicegobernador, convencional nacional constituyente y acumula casi 24 años de gobernador. Ahora tiene 68 años. Lleva 36 como funcionario público, más de la mitad de su vida.
De ser reelecto el 16 de junio tendrá mandato hasta diciembre del 2023. Para esa fecha estará a poco más de un mes de cumplir 73 años y 4 décadas como funcionario.
VIDEO: Gildo siempre está. Año 1991. Durante un acto de Menem en Formosa. Por aquel entonces el gobernador era Vicente Joga y Gildo, vie.
Convivió políticamente con Menem, Joga, De La Rúa, Kirchner, Macri, Cristina, Duhalde, Floro Bogado, Gabriel Hernández, etc, etc, etc.
La mayoría de las figuras que integran esta lista ya pasaron a retiro político o fallecieron. Pero Gildo, sigue en carrera. Es más, piensa firmemente en completar 28 años sentado en su despacho de Casa de Gobierno.
El hombre llegado de Laguna Blanca ya dejó de ser el «inquilino» del quinto piso. Se convirtió en «propietario veinteñal, ya es usucapion» ironizó con aires de orgullo un cercano «de estos tiempos» del veterinario graduado en la UNNE de Corrientes.
PORQUÉ SIGUE SIENDO LA FIGURA POLÍTICA MÁS CONVOCANTE?
Algún sociólogo sumado a un analista político, quizás, puedan explicarlo. Lo cierto es que para entender este fenómeno, es básico ser formoseño. El dueño de los votos es Gildo, a tal punto que probablemente tenga más respaldo que el propio PJ local.
Formosa es básicamente peronista, y por raigambre regional, «quiere un jefe, más que un líder» explican referentes que tienen varias elecciones sobre sus espaldas.
Con su estilo: hablando guaraní, saludando efusivamente a todos, firme en sus convicciones, luchador metódico en sus objetivos, cerrado (a veces caprichosamente y sin medir consecuencias) a la hora de defender una posición, con una memoria prodigiosa (recuerda con nombre, apellido y miembros de la familia a muchos pobladores), sin medias tintas
