De la cuenta de Facebook de Analía Ruth Gon de Puyó. Así recuerda a su hija Sofía, fallecida en la madrugada del domingo 10 de marzo en un accidente de tránsito. Analía analiza su vida actual sin si hija y el futuro de Diego Ramoa, el conductor del auto que protagonizó el choque.
«A veces me despierto en mitad de la noche pensando si Diego Ramoa sabe lo que hizo, las consecuencias del acto de manejar a 150 km por hora con tanto alcohol en sangre. No fue un accidente. Fue un homicidio. Hizo una extraña maniobra después de tomar impulso desde la avenida, por la que no tenía necesidad de venir. La quiso asustar? Todos saben que Sofi odiaba la velocidad. Que se subió por voluntad propia, si . Tuvo confianza. Como no la iba a tener si estaba acostumbrada a que la cuiden y la amen desde antes de nacer.
La cuidamos su papá y yo, sus hermanos, Gonchi que la conoce desde los tres años, Maxi, Karina y las amigas de la facultad… Hasta Aranza apenas un año y medio mayor la protegió siempre, la defendía en la escuela y en la vida.
Diego Ramoa nos destrozo la vida. Nos dejo sin una hija, sin una hermana a Nadia, Leandro, Aranza , Gonchi, Arturo, Sabrina, sin la nieta con la que se divertía a mi viejo, sin su tía a Lauti y a Genaro, sin novia a Maxi … sin ella a muchas personas .
Nos dejo la obligación de mentir cada vez que Lauti pregunta: donde está Yiyi? Nos dejo una habitación vacía, con todo lo que nunca más va a usar, una libreta universitaria sin completar, una serie de Netflix sin terminar, un lugar vacío en la mesa…
VIDEO: Así pasó el auto Peugeot que terminó chocando un árbol.
Nos dejó la obligación de hacer trámites horrorosos, darle de baja de la obra social, del teléfono, de la matrícula, del débito de su gimnasio… Nos dejo dolor. Porque la tristeza y extrañarla duele en el corazón y duele en el cuerpo. La respiración y los latidos se modifican . Hay que tomar vitaminas para no enfermarse, hacer algo para poder dormir.
Porque nos van a ver enteros pero hay todo un trabajo de la mente, todo lo que fue natural dejo de serlo, poner un pie y después otro para bajar de la cama, hacer las tareas diarias , obligarse a comer , a sonreír de vez en cuando…
Un día Ramoa saldrá de la cárcel. Pero a nosotros nos dejo cadena perpetua . Cadena perpetua a nuestros ojos que ya no la verán , a los abrazos que no le vamos dar , a nuestros oídos que no la van a escuchar , a tantas cosas que ya no vamos a hacer con ella…
Que no somos los únicos, ni los primeros, ni los últimos, ya lo sabemos. Pero lo que nos paso es único y particular para nosotros y tenemos derecho a expresar nuestro dolor . Y a pedir justicia. Por último quiero agradecer a todos los que a diario nos acompañan.
Mi amor eterno y justicia para Sofia.
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