Gildo en modo combativo y status quo, el juego que mejor juega

En tiempos de campaña electoral Gildo, tira toda la carne al asador.  No se guarda nada. No tiene grises. Lo saben en la oposición y también en su círculo cercano. «Nunca sabemos cómo puede terminar un discurso, puede salirse de carril en cualquier momento. Muchas veces se comportó políticamente incorrecto, pero quien le puede discutir sus métodos si -hasta ahora- nunca falló, nunca perdió una elección cuando fue candidato» se explayó un cercano colaborador.

Y tiene razón. Insfrán fue electo diputado provincial en 1983, reelecto en 1985 (por sorteo le habían tocado dos años), electo vicegobernador en 1987 -complementando la fórmula con Vicente Joga, y dejando su banca a Mayans que ahí inicio su periplo- siendo ser reelecto en ese cargo en 1991. 

Fue diputado en tiempos de Floro. Comandó la Legislatura durante el joguismo. Derrotó y lo corrió del candelero político al «León Blanco», lo tuvo «de segundo» a Bogado. Fallecido su vice de 22 años, ahora le bajó el pulgar a su hijo Adrián.

En el año 1994 es candidato a diputado nacional constituyente. Fue la primer «bendición»de Joga que le «preparaba el terreno» para las eleciones del año siguiente. En Santa Fe, y ejerciendo ese cargo, conoce a Néstor Kirchner. En 1995, es electo gobernador con Floro Bogado como vice. Desde allí comenzó el camino que aún transita: el 10 de diciembre de 2019 cumplirá 24 años sentado en el sillón más poderoso del vidriado edificio de Belgrano al 800. Ratificó su cargo en las urnas en los años: 1999, 2003, 2007, 2011 y 2015. Es más, hoy, todo indica que podrá extender su mandato hasta el 2023. Todo un récord.

Gido no tiene problemas en no aplaudir en la Casa Rosada delante de todas las cámaras de TV y delante del Presidente.

El poder está  cada vez más concentrado. Antonio Ferreira, actual Jefe de Gabinete, lo acompaña desde el primer día que llegaron a Casa de Gobierno. Es más, ya soñaban con este presente cuando Joga lo trataba de «el paraguayito» a quien hacía esperar sentado en los pasillos del despacho de gobernador donde el chaqueño digitaba los destinos de la provincia.

En aquellos tiempos de rutas polvorientas, allá por los 90, el ahora ministro Décima los acompaña en extensas giras «con la idea de que un formoseño del interior llege a la gobernación». Tampoco hay que olvidar la interna feroz del 98 contra Vicente, allí jugó un papel importante Armando «Papacito» Cabrera.

VIDEO: Durante la última visita del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, Gildo le dijo «en la cara» que Formosa es feudal culpa de los formoseños.

Y que tiene que ver la  historia del veterinario de Laguna Blanca con el presente y futuro político de Formosa?. Simple, Gildo «paga muy bien» la lealtad a su figura y es dueño de una memoria prodigiosa. A los incondicionales «los banca contra viento y marea», y en tiempos de decisiones electorales estas cuestiones salen a la luz y dejan boquiabiertos a «los nuevos» personajes del gildismo 2.0 que consideran que por lo que escriben en las rodé se merecen el cielo.

Las estadísticas electorales 1995-2017 sintetizan en la superioridad del peronismo que Cambiemos quiere torcer.

El combativo Insfrán versión 2019 ya está listo para salir a la guerra. Lo verán en el terreno que más conoce. Y no se extrañen que el status quo, que siempre mantuvo, vuelva a manifestarse en las listas de diputados y la elección dedodrática del vicegobernador.

Tendrá enfrente, por primera vez durante su gobernación, a un presidente «de otro palo» que buscará entrar en la historia por terminar su mandato sin que el peronismo interrumpa el periodo de gobierno y ser reelecto por el voto popular.

No se puede ver a la Argentina desde Formosa, aquí todo es distinto. Los sueldos son bajos, pero el aumento del 42% puso contento hasta el más recalcitrante antigildista. 

Gildo sabe que Macri no es De La Rúa. Tampoco olvida que en el 2001, en la elección de senadores nacionales (con el debilitado radicalismo en la presidencia) en Formosa hubo empate técnico: el PJ ganó por 132 votos en todo el distrito.

Macri «es el dueño» de la birome a nivel nacional. A gildo se le terminaron los amigos en la Rosada.

Estos tiempos son distintos. También las formas de comunicar. Para bien o para mal, la sociedad está más informada y no se cansa de expresarse en redes sociales. Gildo, hoy, tiene la sartén por el mango. A comparación del resto de las provincias Formosa es una isla, es más fuerte el gildismo que el peronismo. 

En la previsible gildolandia el macrismo tendrá una dura tarea. Las aciagas semanas previas al llamado a las urnas pueden modificar o ratificar todo, el que hoy dice vaticinar resultados electorales precisos, sabe que esta especulando. La única verdad es la realidad, y la conoceremos, probablemente, en julio y octubre.

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