El homicidio en los corsos barriales habla de la peligrosidad de criminales en Circuito 5

Pese a que el pasado sábado por la noche la avenida Soldado Formoseño en una extensión de al menos diez cuadras, estaba atestada de policías y patrulleros, había autoridades y amplios sectores iluminados y con bloqueos de tránsito en cada esquina, con seis u ocho policías en cada una, aún así en este contexto aparentemente seguro, un violento asesinato tiñó de inseguridad la fiesta carnestolenda que año a año organiza el gobierno.

Una avalancha de versiones circularon en torno a lo sucedido, donde se habló desde la participación de una violenta patota integrada por varios sujetos, que habrían acorralado a la víctima, sin posibilidad de defensa, para que uno de ellos realizara el ataque mortal. Otra versión, de las redes sociales y eventuales concurrentes a los corsos que afirmaron haber visto parte de la trama del crimen, hablan de un ajuste de cuentas, vinculando a la víctima también al oscuro mundo delictivo en la zona norte de la capital provincial.

El violento crimen dejó mal parada a la Policía de Formosa que estaba presente en todo el predio de la realización de los corsos al aire libre, y existe el temor, de que el eventual imputado por el crimen es un “perejil” al que detuvieron para dejar “rápidamente resuelto el caso”. Es que el no tener un culpable en forma inmediata, y a tenor de un homicidio que prácticamente ocurrió en las “narices” de los policías formoseños, implicaría un enorme daño a la imagen pública de la Policía ante su comunidad.

Rápidamente circuló por los grupos de whatsapp un video en el que se puede ver a la víctima siendo sostenido por conocidos que le preguntan quién lo había atacado, pero el joven agredido ya no podía pronunciar palabra, ya que se lo veía en muy mal estado, e incluso con una herida en el rostro, que prácticamente despegó un amplio espacio de la cara inferior.

ARMADOS Y PELIGROSOS

Los delincuentes del Circuito 5 no solo andan armados por donde quiera que vayan, también tienen pensado usar sus armas. No son solo un elemento de amenaza, sino que estos criminales tienen la intención y habilidad para utilizar sus armas contra otras personas.

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Cuchillos, facas, hierros puntiagudos, tumberas, gomeras, todo es un arma que tiene un solo objetivo, causar el mayor daño posible a la víctima. Y el ejemplo está dado este pasado fin de semana, donde el feroz ataque al joven en medio del público y rodeado de policías por todos lados, da una clara idea de la peligrosidad de estos sujetos.

TIROS EN LA NOCHE

Varios barrios de la zona norte, 6 de Enero, 20 de Julio, 8 de Marzo, Antenor Gauna, Simón Bolívar, 1 de Mayo, República Argentina, todos están en mayor o menor medida asediados por bandas de criminales que copan las calles en horarios nocturnos.

En muchas ocasiones, se escuchan tiroteos por las noches, los fines de semana, donde el alcohol y las drogas foguean los ánimos y las facciones enfrentadas se disparan entre sí con tumberas, se arrojan botellas, escombros, y ningún vecino puede salir a la calle. Luego de media hora de una batalla campal descontrolada, aparecen los efectivos policiales y de nuevo se escuchan detonaciones, las balas de goma van para todos lados.

El principal problema del circuito 5 es que hay familias puntuales que son todos criminales. Los hijos e hijas de entre 15 y 25 años, que son delincuentes, son a su vez protegidos por sus padres, que también colaboran con el accionar delictivo de sus hijos. Una verdadera gavilla.

Hay casos de vecinos que se vieron forzados a comprar armas, y algunos incluso las usan, porque son blanco de los ataques de estos criminales. Mientras tanto, la Policía se ve desbordada y muchas veces hay seccionales que deben pedir refuerzos de otras comisarías cercanas para afrontar las peleas callejeras.

Al día siguiente, los vecinos encuentran escombros, vidrios por todos lados e incluso balas en las veredas, que se les caen a los delincuentes que andan con tumberas, y disparan balas de calibre 9 milímetros hacia cualquier parte.

El problema de la Policía, en parte, también es de la justicia local, ya que muchos peligrosos delincuentes con frondosos antecedentes son capturados por los investigadores, y al final están menos de una semana presos, ya que la justicia los libera sin mucho trámite, y cuando recuperan la calle vuelven a sus andanzas causando problemas a los vecinos de estos barrios populosos de la zona norte.

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