Suma quejas en las redes el mal estado de las rutas en la provincia

Hace mucho tiempo se abandonaron los trabajos de mantenimiento de las rutas que surcan la provincia de norte a sur y de este a oeste. El pésimo estado en que se encuentran muchas de estas, genera múltiples complicaciones a sectores agroindustriales, el sector comercial, el ámbito turístico y el tráfico general que a diario debe sortear baches y pozos que encima, representan un serio peligro.

Las redes sociales fueron otra vez la caja de resonancia de las quejas de los formoseños que compartieron imágenes en sus perfiles de Facebook tras haber padecido el mal estado de las rutas en sus viajes hacia el interior provincial, tomando fotos y videos por el camino para compartir con la gente su preocupación y reclamo por una pronta solución a la situación que presentan las rutas de la provincia.

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Mientras tanto, la provincia –a través de la Defensoría del Pueblo– culpa a Vialidad Nacional por el mal estado de rutas nacionales, y del otro lado, referentes de la oposición y la propia gente en las redes sociales reclama a la provincia el urgente arreglo de las rutas provinciales y los caminos vecinales que unen localidades en el interior.

Desniveles, pozos, baches, pavimento quebrado, agujeros, los viajeros encuentran de todo según la ruta de que se trate. Muchos hablan de que el principal problema para este rápido deterioro es que el asfalto no tiene el suficiente grosor como para soportar el tránsito en el tiempo, rompiéndose rápidamente.

Una vez roto el asfalto, el agua de lluvia se mete por debajo del pavimento socavando los cimientos, y generando que éste se hunda y rompa más todavía.

Sea la ruta 86 o la ruta 23, sea nacional o provincial, el inconveniente es el mismo: la intransitabilidad de varias rutas con un peligro real para el tráfico diario por cada pavimento en mal estado.

Muchas veces, las lluvias disimulan los baches bajo mantos de agua, o vuelven barro la tierra dentro de un profundo bache. Tampoco es indispensable que llueva para que la situación se agrave, ya que basta con circular de noche por estas rutas en mal estado para darse cuenta del peligro real que implican para los viajeros.

El deterioro de los lugares donde la ruta ya está rota es mayor a medida que el tiempo pasa y no se hace una reparación profunda de la traza. Un bache se hace más y más grande, más profundo, en el peor de los casos el pavimento desaparece para dar lugar nuevamente a la tierra.

 

«ESPACIOS VERDES»

Tramo en la Ruta Nacional 86 que tiene baches en los que crece pasto. «Es increíble y peligroso» cuentan los vecinos de General Güemes y San Martín 2. El alto de los pastizales en medio de la ruta y el tamaño del bache dan una idea de lo antiguo que es el agujero en el asfalto.

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