Son las 7 y 27 de la mañana del domingo 25, estoy regresando de Buenos Aires a Formosa después de haber presenciado una muestra más de lo mal que estamos como sociedad. Decepción, tristeza, impotencia.
No podemos seguir justificando irracionalidad con “la Pasión”, ya no. Esa pasión que me llevó a hacer 1200 km para ver un partido de fútbol, histórico, único, irrepetible, pero un JUEGO de fútbol y nada más.
Soy socio de River desde el año 94 y tengo mi abono a platea adicional hace unos 11 años, me tocó pasar por todas, tocar el cielo con las manos y descender al infierno y resucitar y volver al cielo,deportivo, hoy es necesario aclararlo.
Pero lo de ayer me dio vergüenza. TODO. Le deje mi platea a Nico, mi primo, seguramente está feliz, no lo dudo, pero la cuestión es otra. El partido? Ya no tiene sentido, cuando empieza voy a querer que gane, y vos vas a querer que gane tu equipo, pero no podemos seguir, reiteró, avalando con “la Pasión” la irracionalidad.
Ayer mientras esperaba en la Belgrano alta que la vergonzosa CONMEBOL decidiera lo absolutamente lógico, deseaba que no se juegue más, como aprendizaje forzoso para todos. Que sentido tenía ganar un JUEGO con el adversario circunstancial en esas condiciones.
No se trata de River o Boca ni de Estrada o Patria, el daño ya está hecho. Y a veces, los protagonistas no ayudan con sus declaraciones, ni los dirigentes con sus acciones, ni los hinchas que van a la cancha con sus cantos estúpidos (60000 “entienden” que..los vamos a matar…es una “metáfora” pero hay 600 que creen que es verdad), losotros que no tienen la oportunidad de ir pero que desde las redes postean ….se cagaron y no quieren jugar…., o ……se cagan y lo suspendieron, todos inconscientemente aportan su dosis de irracionalidad apañada de Pasión.
Espero llegar temprano para mañana arrancar la semana con todo. Hoy posiblemente se juegue el partido del siglo y habrá un nuevo campeón, pero perdimos todos por goleada, y yo no quiero ser parte de eso otra vez.