La actividad comercial en alerta por la fuerte caída de ventas

Ventas paralizadas, vacaciones adelantadas a empleados, cesantías, reducción de horarios laborales, reducción de sueldos y finalmente despidos es lo que domina el panorama local con expectativas cruzadas entre los comerciantes de todos los rubros en Formosa.

Esta semana, trabajadores de una conocida distribuidora local de bebidas, tuvieron la tarde «libre» ya que los pedidos de los kioscos que debían entregar, no pudieron hacerlo ya que los pequeños comerciantes no compraron mercadería pese a haberla pedido.

Según pudo saber Noticias Formosa, los repartidores se encontraron esta semana con el hecho de que los kioscos no compraron nada, no se vendió un solo cajón de bebidas, lo que obligó a las empresas a suspender los repartos vespertinos ante la situación.

Claramente, de persistir el cuadro negativo, la fuente laboral de muchos de los empleados se encuentra en serio riesgo, ya que la caída de ventas es brutal, en el comparativo interanual, ya que en el mismo periodo del año pasado, el horario laboral era de 7:30 a 22:00 horas de corrido, para poder cumplir con las entregas, y hoy en el mismo periodo – fines de noviembre -, los camiones repartidores no vendieron nada, ni una sola botella.

La situación vivida por la empresa de reparto de bebidas es el correlato de la fuerte caída de ventas a nivel minorista como también en supermercados, que a esta altura del mes se ven mayormente vacíos de clientela, y con sólo dos cajas abiertas que ante la poca cantidad de clientes alcanza perfectamente para cubrir la atención.

La inflación, la presión fiscal, los costos operativos, el incremento en proveedores, los bajos salarios que caracterizaron desde siempre a Formosa y la incertidumbre de lo que será fin de año, tornan el futuro inmediato bastante oscuro y ni hablar de enero, donde se siente con mayor fuerza el impacto de la inflación en los hogares más humildes.

Los comerciantes consultados por este medio tienen esperanzas en las ventas de fin de año reforzadas por el aguinaldo y el frenesí de consumo que caracteriza a la navidad y el año nuevo, pero con el actual panorama, apenas inicie enero de 2019 ya habrá un alto riesgo de que los despidos se multipliquen y las persianas bajas sean más, pese a que desde el sector comercial se lanzan ofertas, productos en cuotas, promociones, ventas a crédito y todo lo posible para mejorar las ventas.

El cuadro es, simplemente, alarmante. El sector privado golpeado por la caída de ventas siente la presión de optar por los despidos y cesantías, mientras que otro rubro que también mueve mucho la economía a nivel local se vio asimismo muy golpeado, el de la construcción, que al menos en el interior provincial está paralizada, quedando cientos y cientos de trabajadores cesantes.

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