La noche de Formosa, cada vez más alterada

Control policial frente a una bailanta.

Poco a poco se van naturalizando las peleas, gritos, empujones o disturbios a la salida de los boliches bailables de Formosa. En mucho de los casos hay «policías o personal de seguridad de por medio» y, por supuesto, jóvenes alcoholizados.

Qué margen le queda a los uniformados o personal de seguridad cuando son objeto de violencia verbal o física?. Cómo pueden controlarse?. En qué estado emocional llegan a sus casas?. Cómo reaccionan cuando les toca integrar un operativo y detener a una persona que días atrás lo agredió amparado en una filmación de video?. Los DDHH amparan a las fuerzas de seguridad?. Estos interrogantes no justifican procederes inadecuados de hombres y mujeres dedicados al control de las noches de Formosa.

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