Formosa vigila «en alerta permanente» las aguas del Pilcomayo que ingresan desde Salta

El desplazamiento de las aguas que ingresaron a territorio formoseño desde Salta es monitoreado de manera constante para mitigar los daños a las zonas inundadas por el desborde del río Pilcomayo, en el marco de un alerta de 24 horas, afirmó hoy el ministro de Gobierno de Formosa, Jorge González.

Se «monitorea desde hace más de una semana el desplazamiento de las aguas que ingresaron desde el territorio salteño, para mitigar los daños que pudieran ocasionar», dijo el ministro en diálogo con Télam. González informó que hay 16 familias autoevacuadas a zonas altas, que son asistidas de manera permanente, mientras se mantiene el alerta «las 24 horas».

El funcionario aseguró que «no hay ninguna fisura en las defensas» en el territorio de Formosa, y cuando se detecta alguna filtración, «se trabaja inmediatamente para solucionar el problema».

«Más de 30 máquinas pesadas trabajan» en la región afectada, con el arribo de «maquinaria vial para la recuperación de los caminos de Ramón Lista entre lote 8 y El Chorro», en el extremo oeste, a unos 600 kilómetros de la capital provincial.

El senador nacional Luis Naidenoff (Cambiemos) dijo que «la Provincia solicitó mediante nota cursada al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, un aporte de 50 millones de pesos» para afrontar gastos en la zona inundada. (ver). «Desde el Ministerio del Interior me informaron que la Nación va a estar presente en esta situación difícil, acompañando a la provincia de Formosa (…), enviando los fondos necesarios via ATN (Aportes del Tesoro de la Nación)», contó Naidenoff.

Fabiana Menna, miembro de la Fundación Gran Chaco que asiste a los pobladores que viven en cercanías del río Pilcomayo, dijo que están «en estado de alerta las 24 horas en toda la zona» ante un eventual pico de crecida del cauce que, «al desbordar, se va hacia los montes y cañadas de Lote 8», en el departamento Ramón Lista.

Si bien el gobierno provincial «armó campamentos de emergencia» para asistir a las comunidades que viven en la región oeste de Formosa, «es difícil saber con exactitud la cantidad de autoevacuados» que abandonan voluntariamente sus casas ubicadas cerca de las riberas del Pilcomayo «para ir a zonas más altas», planteó.

«Los parajes Vaca Perdida, El Quebracho y Rinconada son pueblos que están máxima alerta. Estamos esperando un pico de la crecida. Pero al haber tantos desbordes, la fuerza del agua calmó», describió Menna.

La situación del lado argentino, donde se pudieron evitar algunos cortes de caminos de tierra por la consolidación de las defensas, es tan compleja como «la del territorio paraguayo». «Por ahora no hay evacuados, al menos hasta anoche, y las familias están asistidas», dijo la referente social que recorre las dispersas viviendas de familias que viven de la pesca.

En la ciudad de Formosa, la Fundación Gran Chaco inició una campaña solidaria para «colectar agua, mercadería no perecedera y ropas», destinada a los afectados por el agua y sedimento que avanza en la región habitadas por unas 14 mil personas, la mayoría miembros de comunidades originarias.

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