Se adelantaron los tiempos y Gildo tiene que mantener el status quo

El fallecimiento del vicegobernador Bogado aceleró los tiempos políticos en el gobierno de Formosa. El 2019 político comienza en 15 días, no está relacionado con el almanaque que comenzaremos a utilizar en dos semanas. Hay que encontrar reemplazante al segundo hombre en la linea de sucesión. Floro demostró durante 22 años lealtad política a prueba de toda circunstancia. «Gildo podía ir de vacaciones y olvidarse la puerta del quinto piso abierta de par en par sabiendo que el vicegobernador no aprovecharía la ocasión para nada, absolutamente nada» rememoraba días atrás un estrecho colaborador del primer mandatario». Rápidamente surgió la lógica pregunta: «quién le puede asegurar tanta tranquilidad al gobernador?».

 

LOS CANDIDATOS Y LA PROBABILIDADES

Son pocos los posibles hombres que suban al podio del poder real. Sin dudas que «la sangre tira» y no se descarta que tras la elección de autoridades legislativas para el período iniciado el diputado «Carlín» Insfrán quede consagrado como el elegido para completar el período hasta diciembre del 2019.

Archivo. Desde 1995 la fórmula Gildo-Floro ganó en las urnas y se mantuvo firme en sus relaciones personales y políticas.

Armando «Papacito» Cabrera continuaría con el cargo que ejerce desde hace varios años: presidente provisional. La «herencia» del bogadismo estaría reflejada así: el diputado Adrián seguiría sentado en su banca, igual que el Secretario Legislativo Darío Femenía, el hombre de confianza que siempre tuvo Floro. Así, se mantiene el «status quo» y… felices los cuatro.

LA OPOSICIÓN

La actitud de la oposición sorprendió a «los compañeros». Se mostraron reacios a la ambigua interpretación del artículo 135 de la Carta Magna provincial. El propio Buryaile se encargo de contar a sus cercanos colaboradores y en los medios que «no es aconsejable» llamar a elecciones para elegir un vicegobernador. Además del revuelo político y gastos en un año electoral para elegir a una sola autoridad; se exponen a perder a poco de las presidenciales y de gobernador del 2019. Además, un eventual triunfo de un candidato no gildista encaminaría a un caos institucional que llegará a todos los rincones de la provincia.

Gildo Insfrán viene demostrando hace décadas que sabe acomodarse para mantener inalterable su hegemonía. Ahora tiene otro escollo para demostrar su condición. En estos momentos complejos, con la justicia federal y los medios en la vereda de enfrente, ya equilibró las relaciones con el gobierno nacional ordenando a José Mayans y Tessi González levantar las manos en el Senado y Ramiro Fernández Patri, Luis Basterra y Lotto de Vechietti bajarlas en Diputados.

 

 

 

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