Así está la cosa, Formosa

Pasaron poco más de 10 días de las elecciones legislativas del 22 de octubre, pero la catarata de informaciones que ganaron la opinión pública la dejaron como lejana. Igual, lo amantes de la política continúan analizando el comportamiento del electorado observado desde diferentes análisis. En una sola cosa coinciden en interrogarse: cómo se presentará el panorama político, económico y social en el año 2019. No se trata de un llamado a las urnas común y corriente. Se definirá la continuidad o no de Mauricio Macri, Gildo Insfrán y Jorge Jofré.

CANDIDATOS A INTENDENTE 2019. El senador Naidenoff y el concejal Olivera están tentados a suceder a Jofré «haciendo una contienda interna en las generales y aprovechando la Ley de Lemas».

LA SORPRESA UNO

El resultado del domingo 22 deja, primero, análisis matemáticos. En la ciudad, desde el 11 de diciembre el Concejo Deliberante tendrá una rara composición. La oposición arrastraba resultados malos. A saber: en el 2007 y el 2011 solo pudo lograr una banca en el parlamento comunal. Con el envión de la marca Cambiemos pudo igual la distribución de bancas, 3 a 3. El presidente del Concejo, Darío Di Martino, tendrá frente a su estrado a 5 bancas radicales. Similar cantidad que los que integran el grupo Jofré, además de otras «dos escaños de los compañeros Cacho (García) y (Adrián) Muracciole del Frente de la Victoria».

Aquí viene la primer pregunta. Son siete los peronistas. Pero funcionarán como un sólido equipo?. Los más arriesgados se animan a decir que «la relación es 5 (Jofré), 5 (Cambiemos) y 2 (del FdlV). «La interna de los compañeros puede quedar en evidencia en cualquier momento. Es más, ya están negociando las autoridades que elegirán.

No se discutirá a Di Martino como titular del HCD, pero la vicepresidencia le correspondería al concejal más votado» dicen cercanos a Olivera. Agazapados, «los que desempatamos la votación haremos valer el peso de nuestras manos levantadas» anticipan los «pomelistas». Se romperá la disciplina partidaria? Es la pregunta del millón.

LA SORPRESA DOS

PARA EL CIUDADANO COMÚN FALTA MUCHÍSIMO. Para la clase política, octubre del 2019 «está muy cerca».

Cuando los seguidores de Fabián Olivera iban colectando carbón para un asado-agasajo del sábado para festejar el resultado electoral y anunciar el inicio de la campaña «Fabián Intendendente 2019», una noticia invadió los medios porteños y atragantó el asado. Ricardo Buryaile, que sería orador en ese evento, tenía que abandonar las oficinas del ministerio de Agroindustria de la Nación y preparar las valijas para viajar a Bruselas, donde se desempeñará como Embajador Argentino ante la Unión Europea, a 10.500 kilómetros de Formosa.

El «gestor de lujo» de muchos formoseños ante el gobierno macrista cambia la agenda y comienza a practicar un poco más el inglés. Mientras se reagrupa el equipo del ganadero, en su círculo disparan con munición gruesa: «Lo alejaron para cuidarlo, en un año viene a Formosa para arrancar con todo para la campaña de gobernador 2019». El tiempo tiene la respuesta, por ahora, una conjetura.

SORPRESA TRES

Un sector de los radicales de estos pagos imaginan para el 2019 una boleta multicolor con la fórmula Macri-Buryaile-Olivera. Pero aquí no se agotan los preparativos; en la mesa chica de «La Red Solidaria», esbozan una estrategia «para una lucha encarnizada, buscando polarizar para el lado de Cambiemos». Dicen que es «casi seguro» que el senador Luis Naidenoff (bajo el paraguas de la Ley de Lemas) compita con Olivera para suceder a Jofré en el edificio de la calle San Martín.

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Los compañeros también tienen el almanaque 2019 en mano. Al día de hoy, una apuesta segura es la pretensión reeleccionista del actual intendente (más por presión de su círculo íntimo que por propia convicción). En la grilla aparecen dos sorpresas: «un grupo de compañeros intentará convencer a Nando De Vido que regrese a la arena política» y «ahora están midiendo en encuestas a un ministro que podría jugarse la candidatura a intendente». en el interior, los nombres de Clara Doroñuc (El Colorado), Eber Solís (Laguna Blanca) y Miguel Insfrán (Villa Escolar) podrían aparecer como aspirantes a la intendencia.

ESTADÍSTICAS

Si bien los últimos resultados electorales merecen más que nunca un análisis más social que estadístico y matemático; los números también influyen y muchos. Una proyección del voto peronista y opositor en Formosa deja algunas conclusiones básicas. Primero: Formosa es básicamente peronista y es potenciada en las urnas por el respaldo a Gildo Insfrán que la primera vez que se presentó como candidato en 1995 no llegó al 60 por ciento,  y desde el 20o3 supera el 70 por ciento. 

Segundo: nadie puede predecir cuál será la realidad de Formosa con Macri presidente en un par de años. La oposición (en su versión radicales o Cambiemos) se mantiene amesetada en un 36 por ciento cuando hay elecciones legislativas desde el 2009 (con Buryaile candidato ese año y en el 2013) logrando arrebatarle una banca de diputado nacional que el PJ no puede recuperar por tercera elección consecutiva; y no alcanza el 30 por ciento cuando Gildo es candidato (durante las presidencias de Néstor o Cristina).

Con el peronismo nacional fracturado el lagunense -hoy- enfrentará una situación atípica. Cuando en el 2001 De La Rúa era presidente y Gabriel Hernández intendente, el peronismo obtuvo en la provincia el caudal de votos más bajo de los últimos 22 años: 45 por ciento con Mayans candidato a senador (derrotaron a la UCR por 135 votos). En 24 meses, el gobernador formoseño enfrentará -por segunda vez en su carrera política- una campaña electoral con un presidente de otro color político.

Las estadísticas electorales 1995-2017 sintetizan en la superioridad del peronismo que Cambiemos quiere torcer.

Tercero: los opositores a Insfrán, en el afán de armar alianzas electorales con partidos no alineados con el gobierno provincial, entregó una diputación nacional (por la renuncia de Buryaile en el 2015) a la socialista Lucila Duré, pero ese sector político no los acompaño en estas elecciones de medio término. Fueron «por afuera», y en las PASO no pudieron sumar los mínimos votos para participar de las generales. «Nos sacamos un problema de encima» dijo un dirigente capitalino.

«Pero eso no es todo» agregó la fuente mientras tomaba aire. Nos preparamos como para recibir la fórmula de la Coca Cola, pero no. «A (Vicente) le dimos un lugar en la lista de diputados en el 2015 (Robustiano Saliva) y ahora fueron funcionales al gildismo; por eso no conseguimos el sexto diputado. Pero ya está, le contamos las costillas: si van solos tienen 3 mil votos en la provincia y 500 en la capital» señaló y encaró su camino hacia el comité de la calle Moreno. «Nos sacamos dos pesos de encima, entregamos dos bancas que nos traicionaron y suman poco y nada» gritó antes de desaparecer de nuestra vista.

EVOLUCIÓN. «Los Cambiemos» están embalados. Dicen: «dejamos atrás el 5-1 o 4-2 en concejales capitalinos. Ahora empatamos»; «Desde del 2009 el PJ no puede quitarnos un diputado nacional», «No estamos de acuerdo con la Ley de Lemas, pero tendremos que aprovecharla más», «Macri no es de nuestro palo, pero está de nuestro lado», «Si dejamos de lado los kiosquitos y las internas podemos dar el gran golpe». Conclusiones muy optimistas para un sector que desde el regreso de la democracia, en 26 llamados a las urnas (sumando PASO y tres para elegir convencionales) tuvo como único resultado relevante el triunfo en la ciudad capital en 1999.

 

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