Romina tiene cáncer, conoce su destino y tiene un último deseo: «una vivienda para sus hijos»

Antes de que su voz se apague: el pedido de una trabajadora de los medios que batalla con una enfermedad terminal, pide una vivienda para sus hijos.

FUENTE: RADIO LA VOZ / El locutor es una voz, una voz, muchas veces sin rostro, que llega a formar parte de la vida de los oyentes. En un mundo de voces, algunos son elegidos, y se convierten en nuestra compañía diaria, sueño de quienes trabajan en los medios. Una de ellas fue Romina García.

Romina García

Romina García abrazó ese sueño desde muy joven, y rápidamente se convirtió, con su carisma como principal arma, en una integrante más de muchos hogares, su voz se metió en casas y corazones de cientos de oyentes. En su camino profesional fue pasando por varias emisoras de la ciudad, del interior y también otras provincias, ya que viajó al sur de nuestro país en busca de un futuro mejor.

 

Es madre de tres hijos, Fernando (15), Walter (13) y Gonzalo (8), el menor de ellos discapacitado, afectado por una parálisis cerebral y epilepsia, que la enfrentó a una de las situaciones quizás más difíciles. Pero, esto sería solo el comienzo. Con el pequeño viajó a la Capital Federal en varias oportunidades, ya que como mamá la esperanza de mejorar la calidad de vida de su hijo siempre fue su meta.

 

 

LE DIAGNOSTICARON CÁNCER

Sin embargo, la vida nos tiene a veces preparados caminos que jamás pensamos siquiera recorrer. A raíz de algunos dolores que venía padeciendo, Romina empieza el año pasado (2016) a realizarse estudios, y los profesionales terminan dándole un diagnóstico que la sorprendió tanto como a las personas que la conocen.

 

«Estaba viviendo en General Belgrano, cuando empecé a sentir dolores intensos en una de mis piernas, que después ya me tomó la otra. Por eso decidí volver a Formosa para poder empezar un tratamiento. Empecé a hacerme estudios a raíz de dolores que venía padeciendo. Lamentablemente el resultado de la biopsia que me mandan a hacer los médicos da como resultado que tengo cáncer y que el mismo es maligno. Esto fue lo peor que me tocó vivir, puse y pongo toda mi voluntad y mi fe. Dios es quien tiene la última palabra”.

 

Hoy, esa Romina que algunos tuvieron la posibilidad de conocer personalmente, ya no es la misma. Perdió muchos kilos y permanece postrada. No puede movilizarse por sus propios medios. Ya casi no sonríe. Y cada día es para ella más difícil soportar la enfermedad. Una enfermedad que está muy avanzada, y a pesar de que la batalla aún no tiene vencedores, a veces, cuando el dolor se vuelve insoportable, sin medicación capaz de calmarla, esta joven madre, solo pide poder descansar.

«Dios y mis hijos son testigos de tanto dolor y sufrimiento. Nadie más. Si ellos entienden y perdonan ya pronto podré descansar mi cuerpo, pero mi alma estará siempre a su lado”, son palabras que expresan claramente el triste momento que está pasando.

 

SU ÚLTIMO DESEO. UN TECHO PARA SUS HIJOS ANTES DE PARTIR

 

La precariedad de la vivienda de Romina.

Sin embargo, son tres los motivos que la mantienen viva. Hoy ella junto con sus hijos vive en un alquiler, y en condiciones que no son propicias para quien padece esta patología y menos aún para su pequeño hijo discapacitado.

«Es una batalla muy difícil, día a día, estoy por ahora incapacitada, es mucho el dolor. Hace más de dos meses que espero que me puedan colocar un catéter o una vía central, ya que mis brazos no tienen venas en donde colocar el suero y la medicación. Volví a ser internada, esta vez en el Hospital Distrital. Estoy en una sala, sola, porque a raíz de mis bajas defensas no puedo correr el riesgo de contraer algún virus intrahospitalario”.

Una pieza contiene los gritos de dolor, el llanto, las noches de insomnio. Una pequeña pieza, que no es suya, donde el espacio es reducido, con colchones en el piso y ninguna comodidad para quien esta en esta situación.

Por eso es que pide, con las fuerzas que le quedan, que algún funcionario u organismo intervenga para darle a ella la tranquilidad que necesita. Su, quizás último deseo, es una vivienda, para que cuando ya no este, sus hijos puedan tener un techo digno. Las notas han sido ya presentadas inclusive hasta en el Quinto Piso de Casa de Gobierno, a la espera de que se conozca su caso y se le pueda dar una respuesta.

El Grupo La Voz del Circuito 5 la tuvo como parte de su programación. Demoliendo Radios ha sido uno de sus programas más escuchados. Ha cosechado muchos seguidores. Y a veces, solo ha sido una voz más, de las tantas que alegró o acompañó a quienes la escuchaban.

 

«QUIERO QUE SEPAN QUE CADA AYUDA, CADA PALABRA, CADA ORACIÓN, CADA COSA QUE HACEN POR MI ME LLEGA Y LES ESTOY MUY AGRADECIDA AL IGUAL QUE MIS HIJOS. GRACIAS A TODOS POR TODO”.

Romina sabe que es una pelea difícil. Necesita todo tipo de ayuda para ella y sus hijos. Pero por sobre todo necesita de un hogar. No quiere dejar a sus tres grandes amores desamparados. Pide, entre lágrimas, que no le roben la esperanza de verlos mejor.

ANTES DE QUE SU VOZ SE APAGUE. ESTA MADRE PIDE, QUIZAS, SU ULTIMO DESEO.

 

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