El dirigente justicialista, Carlos Alberto Robles, afirmó que “el balance del más de año y medio de gestión del presidente Mauricio Macri está más que rojo en lo social”.
“Este nuevo paradigma o modelo de ajuste tiene, contradictoriamente, una fuerte base de sustentación popular. Lo vimos en las marchas de apoyo a la democracia, aun cuando el sistema no peligra”, indicó.
Advirtió que “lo peligroso es que la oposición no ha sabido construir desde que el justicialismo fue ubicado en ese lugar por el voto popular, alternativas que despierten adhesión”.
Señaló que “no basta ya con las denuncias o las advertencias sobre los peligros en ciernes por la instauración de un modelo el que le subyace como fundamento una ideología reaccionaria”.
“La acción se convierte entonces en un predicar constante, con militancia en el territorio, para poner un freno a este proceso que llevará invariablemente a una sociedad de élites y de pobres cada vez más postergados”, resaltó. “Nuestra democracia peligra sí, pero no en los términos que plantea el macrismo, como acción golpista, sino justamente por la acción del gobierno nacional que ensanchando la brecha de la desigualdad social, ahora quiere obturar los procesos de participación ciudadana”, advirtió Robles.
“Elegir a los docentes como el enemigo y plantear un conflicto gremial como una batalla épica en pos de una educación mejor también implica también una avanzada hacia el retroceso de derechos”, interpretó.
Sobre este tema el dirigente ejemplificó que “las evaluaciones de las pruebas Aprender fueron manipuladas solo para validar el discurso gubernamental. Más que contribuir a una mejor educación operan en contrario”.
Mencionó que “se hacen comparaciones entre provincias y no la evolución en las mismas. En matemática, por ejemplo, no se tiene en cuenta el impacto del perimido polimodal que ahora emerge cuando ya rige otro modelo que sí contempla estimular el pensamiento lógico”.
Seguidamente puso de relieve que “en lo económico, según el propio Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo que impone la globalización y el modelo de sociedades piramidales con un vértice pequeño de ricos y una base enorme de trabajadores esclavos; de pobres más pobres, admite que Argentina tendrá en 2017 la tercer peor inflación del mundo, por detrás de Venezuela y Angola, y por encima de Sudán, Nigeria, Egipto y Congo”. “El ranking es el siguiente: Venezuela: 720.5%; Angola: 27.0%; Argentina: 25.6%”, apuntó.
“Recordemos que todavía faltan impactar las (escasas) paritarias, y los monstruosos aumentos en agua y gas, por lo cual esa cifra va a ser muy difícil de mantener”, sostuvo.
Según Robles “todos los indicadores sociales y de la economía social le dan negativos al gobierno, excepto la timba financiera, los sojeros y los monopolios comunicaciones abonan al discurso macrista de números positivos. Volvemos: se está gobernando para pocos. Se ensancha la verdadera grieta: la desigualdad social”.
“José Luis Espert afirmó que economía esta manejada “por millonarios que saben ganar plata pero de economía no entienden nada” agregó.
“Miguel Angel Broda, desde una posición ultraortodoxa, advirtió que “no hay plan A ni plan B, porque no hay plan económico; Argentina es un enfermo grave muy complicado, que requiere de una junta médica muy profesional; y tenemos ejecutivos muy exitosos en la vida privada que no están entrenados para enfrentar esto”, recalcó.
Dijo luego que “nadie puede dudar de la visión económica neoliberal que poseen ambos economistas, además coinciden en la apreciación “que saber hacer dinero” no es equivalente a saber de economía política y de política económica”.
“Nos queda continuar militando a quienes estamos en el campo nacional y popular, construyendo la alternativa que se necesita para este cambio de época, donde lo que se modificó en el país fue para peor con el macrismo.
Nos alienta en nuestro caminar constante que cada vez son más las personas que entienden los peligros que encierra la continuidad del “modelo” o “paradigma” de Macri, enfatizó. Por último Robles consideró que “será por la vía de la participación popular, por el voto, que se volverá a un país para todos, donde la justicia social supere la visión de dispositivos de inclusión o exclusión según determinados parámetros. Esta es nuestra esperanza y nuestro compromiso”.