En Formosa, desde hace muchos años hay pocas sorpresas. Se sabe y se espera que a fin de año el gobierno distribuye pan dulces; y que un sector gente se quejará. Qué en la Costanera hay muchas cosas prohibidas. Qué Gildo, cada el 8 de marzo, usará una camisa llamativa y vestido de sport “seducirá” a sus guardianas con palabras que ellas quieren escuchar.
Es conocido que en el operativo solidario “Por Nuestra Gente, Todo”, quienes preceden en la palabra al gobernador criticarán a los opositores y alabarán a ultranza al modelo provincial y, en algún momento, se deslizará la frase: “queda mucho por hacer”.
No es novedad que cada dos años, con Insfrán candidato o no, la provincia se llenará de carteles del primer mandatario sonriente, solo, o acompañando al “candidato de turno”.
Se sabe, desde 1987 que José Mayans está sentado en una banca legislativa, primero como diputado provincial y ahora como senador nacional.
Entremos en duda cuando vemos la foto de Armando “Papacito” Cabrera sentado delante de todos los parlamentarios locales. Será de hoy? de ayer? o de hace 15 años.
Sabemos cómo reaccionarán los medios gráficos, radiales, digitales o televisivos ante una denuncia contra Gildo. De memoria se sabe quién le “va a pegar” y quién “lo va a defender”.
STATUS QUO. Gildo es gobernador desde el 95. Desde que asumió lo acompaña como «mano derecha» Antonio Emérito Ferreira y Floro Bogado como vicegobernador. Otros funcionarios van y vienen en diferentes cargos o son «premiados» de acuerdo a su desempeño con asesorías o bancas legislativas.
Sabemos que, con una maquinita electoral de sumar, el PJ local decide incorporar a opositores radicales con la excusa de “coincidencias programáticas basadas en el bien común, tal como lo soñaron Irigoyen y Perón, etc, etc”, pero en realidad se trata de una estrategia para “limar fuerzas” al enemigo.
Sabemos que el día de las elecciones, casi seguro tendremos un vecino candidato a algo en alguna de las decenas de listas de la Ley de Lemas.
Se conocen “en detalles” a la lista de periodistas “voceros” del gobierno, los “voceros” de los radicales y los que muestran indendientes, o al menos tratan o parecen.
Conocemos que todo lo bueno que sucede en Formosa es “por la planificación estratégica del señor gobernador……..”
Sabemos que el ministro de Economía tiene cara de Ibáñez, que Zorrila es “funcionario de toda la cancha” y puede sentarse en el ministerio de Salud o de Educación con la misma soltura que se desenvolvió en el Paippa.
Sabemos que los aumentos para estatales se realizan habitualmente desde marzo de cada año, y se pagan en cuotas.
…. Y la lista puede continuar varios párrafos más.
Desde el regreso de la democracia, hay muchas caras –con excepción de Vicente Joga- que se mantienen cerca del poder. Desde que Gildo y Floro jugaban al fútbol con la misma camiseta: la de Formosa.
Se conoce que la renovación de los funcionarios se recicla con los mismos apellidos. Por ejemplo, cuando Fernando De Vido dejó de ser intendente se convirtió en gerente general de REFSA y su hijo con un cargo en el Ejecutivo.
Aunque el caso más trascendente fue de “Pepe” Mazó que dejó de ser concejal (en su primer período) y el otro día juró como funcionario de la gestión de Nando De Vido.
Sabemos que en la Fiesta de la Corvina y la del Pomelo, varios días antes se sabe que la concurrencia rondará las 100 mil personas. Que en redes sociales se quejarán de los artistas y que el día sábado estarán repletos los predios.
Pero al final de cuentas, cuando se cuentan los votos, los formoseños muestran su preferencia por continuar antes que cambiar.
