«El jefe comunal de Los Chiriguanos, Caldera, nos compró una casa y dejó una abultada deuda»

Carta abierta a la comunidad

Ante la necesidad de colocar los hechos en su debido lugar, hago saber a la comunidad en general una realidad que nos toca vivir, y lamentablemente, de por medio hallamos a la inescrupulosidad presente.
El año pasado decidimos vender la antigua casa familiar en el barrio Villa Lourdes de Formosa capital, en Santos Marighetti al 1400.

Caldera
Antonio “Negro” Caldera, intendente de Los Chiriguanos

El presidente de la Comisión de Fomento de Los Chiriguanos, Antonio “Negro” Caldera (PJ), apareció como interesado y se concretó la operación. Dentro del monto total, se acordó saldar la venta en cuatro cuotas mediante pagarés, por un monto de 50 mil pesos cada documento, totalizando 200 mil.

El primer pago debía concretar este señor en marzo del año pasado, y cancelar el resto de los documentos en junio del 2016. Pero jamás cumplió su compromiso y con diversas excusas y muestras de lamentable grandilocuencia y soberbia, aún no lo hizo hasta hoy.

Es decir, que el señor Caldera nos debe la enorme cantidad de 200 mil pesos, más intereses acumulados, que en esferas de la justicia como se encuentra la causa hoy, deberá responder. Tengan en cuenta lo que significa esta suma para una familia de trabajadores asalariados, sin arcas municipales u otros recursos donde recurrir.

Molesta sobremanera el compromiso no asumido desde el punto de vista material, pero es más hiriente aún la forma en que se comporta. Desaires y teléfono apagado lo caracterizan recurrentemente, como si fuera que nosotros le estamos pidiendo un favor. Debe saber, Sr. Caldera, que Ud. nos debe por compromisos incumplidos, 200 mil pesos, con su firma y la de su esposa Rebecca Ojeda estampada en cuatro pagarés.

Solo queremos cobrar nuestra deuda. Otras cuestiones que no sean las de carácter comercial y de naturaleza legítima y legal, no nos interesa. Pero el deudor, con múltiples evasivas, elude su compromiso, con diversos y reiterados artilugios, pero siempre con la soberbia como bandera.

Quizás él, dentro de las ostentaciones del que hace gala, con maná dulce para toda la familia, cuente con posiblidades y recursos económicos muy flexibles y generosos. Nosotros no, señor Caldera. Soy asalariado, me manejo junto a todo mi grupo familiar con este solo ingreso, pero en vano me prodigo en reiterarle, porque le estoy hablando quizás en lengua desconocida.

La justicia, en sus estrados, colocará las cosas en su lugar y en su debido tiempo, con las costas correspondientes, pero está presente además, omnipotente, la justicia divina, y por más que el Sr. Caldera pretenda esconderse en su reducto de jefe comunal, donde muy pocas veces está presente, la justa vara divina lo alcanzará. Y también el fallo de algún juez. Muchas gracias.

CLAUDIO ANTONIO AQUINO
DNI Nro. 14.632.289

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