Boleta única de papel, la alternativa que maneja el gobierno para la reforma electoral

La cúpula del Gobierno decidió cocentrar los esfuerzos en conseguir el tratamiento sobre tablas del proyecto de reforma electoral tras el anuncio de rechazo de los senadores del PJ, y de no conseguirlo, impulsar como Plan B la boleta única de papel, aunque las aguas se dividen en cuanto a sus posibilidades técnicas.
Según informaron a Télam altas fuentes oficiales, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y especialmente el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, trabajaban en negociaciones contrarreloj para que se logre un tratamiento sobre tablas en la Cámara alta, que permita saltear la comisión que preside el kirchnerista Marcelo Fuentes, en la que el proyecto está bloqueado.


«Tenemos número para la aprobación en el Senado según nuestros cálculos. Si se logra consenso con algunos gobernadores, los dos tercios de los presentes (que exige el reglamento para tratar sobre tablas) se pueden conseguir», dijo un funcionario macrista.

En la conversación de ayer por la tarde que mantuvo el Presidente con el equipo del Ministerio del Interior, surgió una alternativa en caso que fracase toda aprobación en el Senado: impulsar por única vez la boleta única de papel, como la utilizada en Santa Fe.

Quien propuso esta alternativa en la reunión fue el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, y cuenta con el apoyo del asesor presidencial y apoderado del PRO, José Torello. Empero, esta especie de Plan B quedó subordinado a no lograr convertir en ley la implantación de la boleta electrónica, un anhelo innegociable de Macri desde principio de año.
La boleta única de papel divide las aguas, ya que desde el equipo del secretario de Asuntos Políticos, Adrián Pérez, consideran que es fácticamente imposible su implementación en las PASO porque requeriría en algunos distritos (como la provincia de Buenos Aires) un tamaño de más de un metro cuadrado, por lo que la ven factible solo para la elección general post primarias.

Debido a que el Ejecutivo convocó a sesiones extraordinarias por varios proyectos, entre ellos el de la reforma electoral, los intentos por lograr la boleta electrónica continuarán hasta mediados de diciembre.

La esperanza está puesta en volcar la voluntad de algunos gobernadores con posturas intermedias (como el pampeano Carlos Verna), aunque dan por descontado que los senadores que responden a los gobernadores de Formosa, Santa Cruz, La Rioja y Tucumán persistirán en su negativa a apoyar el proyecto.

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