Alejandra, nació en un remise y llegó al hospital en brazos de su madre, «aún, unida por el cordón umbilical» (video)

Osvaldo, el valiente remisero, conoció este miércoles a la nena que nació en su remise.
Gustavo, el valiente remisero, conoció este miércoles a la nena que nació en su remise.

Una embarazada que era trasladada de urgencia en un remís al hospital “De La Madre y el Niño” de la ciudad de Formosa, dio a luz «imprevistamente cuando el auto saltó en un reductor de velocidad”, y llegó a la guardia con su hija en brazos, aún con el cordón umbilical, relató el conductor del vehículo, Gustavo Gómez. VER VIDEO DESDE FACEBOOK (Click aquí)

El remisero asegura que «en siete minutos» unió el trayecto desde más allá de la Cárcel del barrio San Antonio, hasta el hospital. «Iba como una ambulancia, pasando semáforos en rojo, tocando bocinas y con balizas prendidas».

La mujer, que se llama Pamela Torres, agarró a la nena “y la envolvieron con la camisa de trabajo del padre” hasta llegar al centro de atención médica, donde “bajó, se sentó en una silla de ruedas y la ingresaron para cortar el cordón umbilical” relató Gómez a Télam.

El remisero y la familia de la nena. Rostros felices tras el final feliz de la nena. No está de más colaborar con esta valerosa familia.

El hecho ocurrió el sábado en la capital formoseña pero hoy se reencontraron los protagonistas de la historia “con final feliz” en un barrio de precarias casas que habitan vecinos humildes “pero trabajadores. Yo hago trabajos de albañilería”, afirmó Cristian Dorrego, el padre de la beba.

Alejandra, «tiene sueño». Es muy sana.

El remisero llegó hasta el barrio Urbanización España y visitó a la familia de la nena, que «nació con 3 kilos de peso y se llamará Alejandra. Es muy sana” contó Dorrego, quien ya tiene otra hija, Paloma.

Confundidos en un abrazo, agradecieron al “valiente muchacho que convirtió su auto en una ambulancia porque iba con balizas encendidas, tocando bocina y pasando semáforos en rojo en medio de la desesperación nuestra», describió.

“Yo estaba muy asustado, tenía miedo de lo que podía ocurrir; cuando cruzamos el lomo de burro al auto saltó, la señora gritó y la nena nació. Fue un momento extraño, pero cuando la escuché llorar me tranquilicé un poco”, contó el chofer mientras tenía en brazos a “Alejandra, la remisera”, como la llaman cariñosamente.

Salir de la versión móvil