«Aceptar el flagelo, el primer paso para enfrentar la lucha contra la droga»

 

drogadiccion 02

Escribe: Tito Mbareté 

El estado para poder combatir a las drogas, primero tiene que reconocer y aceptar a estas como un flagelo social y como una enfermedad que mata sin distinción de clase social, y no como un negocio para unos cuantos a costa de la vida de muchos, entonces, al reconocer que las drogas matan y que la drogadicción es una enfermedad, seguramente empezaremos a tomar con mas conciencia que podemos hacer algo.

Una de las medidas seria tener un centro de rehabilitación, o sea UN CENTRO DE REHABILITACION y no un lugar donde el paciente llega, le dicen que tiene que tomar un ansiolitico, le dicen a la madre que cuide de su hijo que no se junte mas con fulano y sultano, pero no se le explica a la madre que las adicciones son un conjunto de actitudes negativas que el enfermo fue acumulando durante mucho tiempo y que por x o por b termino en las drogas, como podría ser el juego, el alcohol y/o hasta delinquir, No, no se les explica nada, pero porque?

Porque no tenemos un centro de rehabilitación con profesionales que hagan ese trabajo, tenemos profesionales que cumplen horario y no les importa que los pibes se maten en las drogas, tenemos lugares que se dicen ser “centro de día”, pero no sabemos que hace el pibe cuando sale de ahí, porque no hay una contención, no hay un seguimiento, no hay voluntad para hacerlo?.

Aquí deberíamos tener, un lugar con médicos clínicos, psiquiatras, psicólogos, operadores social terapéuticos (OST), ex adictos trabajando un los equipos terapéuticos, hospitales de días, comunidades terapéuticas urbanas (CTU), y centro de internación, pero seguramente no hay presupuesto.

Una persona adicta, necesita ayuda, de la familia, de profesionales y del estado. Las familias necesitan ayuda de los profesionales y del estado, pero si no asumimos el compromiso de ayudar al adicto y a la familias del adicto, que también esta enferma como el enfermo, por mas que no consuman, entonces seguramente vamos a seguir viendo a muchos de nuestros hijos matarse y unos cuantos volverse ricos a costa de la vida de los pibes.

No sirve que dos o tres curas me hablen de las drogas, no sirve que me atiendan 5 minutos y que me manden a portarme bien, sirve que como sociedad exijamos un compromiso para terminar con el flagelo de las drogas.

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